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kleptØ

Todo lo que no es nuestro, prometemos haberlo robado. 

lunes, octubre 30, 2006

7:37 p. m. - Apretemos con fuerza el amuleto...


Foto: Vishnu.

A veces tengo miedo de convertirme en una vieja agenda, donde los nombres de amigos ambulancia* son caducos, donde las fechas señaladas son sólo garabatos sobre un número que ya no me dice nada, donde los signos de interrogación o admiración han dado paso a respuestas no deseadas, a decepciones inesperadas. Alguien me podría decir que no se ha de tener miedo a vivir, miedo a tropezar, y mucho menos a tener que levantarse una y otra vez, y algún ojo avizor me podría echar en cara que yo misma animo a otros a seguir siempre avanti.

Un sobre de azúcar vacío se esconde entre las hojas de la vieja agenda, como souvenir de una tarde con aroma a café y a risas, un poco más adelante una flor seca y olvidada, fragilidad en extremo, amenaza en convertir en polvo algo que una vez fue sensible y delicado, como los sentimientos.

Pero lo que necesito hoy, como le decía a
Clemen, es un poco de magia en mi mundo, para desterrar mi rutina, para despistar a mi cotidianidad:

En mi edificio viven, el Señor Purobastón, el Señor Picapiedra, los viejos hermitas, los cantaores, la jorobada de Notre Dame, Doña Garfios, Misery, y finalmente la bruja y la aprendiza. Siempre hay una bruja.

Ahora que ya me he acostumbrado a ellos, que he aprendido cómo desarmarlos cuando me los encuentro en los peldaños que me llevan hasta la torre donde habito, justo ahora me comunican que la reina madre paterna, tiene a bien disponer de mis aposentos de invitados durante tres cortos meses. Como le decía a
Sirena* el otro día.

Ha sido ese el causante de buscar en una vieja agenda donde una klept0 de quince quiso hacer su primer árbol genealógico con ayuda de la reina madre paterna, pero ante la desconfianza de la reina madre, klept0 no pasó precisamente de ahí, rey, reina, reina madre, fin del árbol. En su defecto klept0 se entretuvo en garabatear con colores y determinar por siempre más que el dibujo no sería un arte a explotar.

Así que ahora invoco a la klept0 de quince, y a la que ahora es y habita en la torre, la invoco con el poder que le otorga ese momento del día en que se juntan el sol de noche y la luna de día, porque ésta vez, no preguntará a la reina madre, no pretenderá saber nada que no tengan a bien decirle. Porque ésta vez, sólo observará, sólo intentará ser complaciente con el rey, y con un poco de suerte espera poder atesorar otro sobre de azúcar con aroma a café y a risas de la reina madre, y espera que la agenda que mañana será vieja marque una efeméride en lugar de garabatos, y aflorar los sentimientos con reservas para evitar que se conviertan luego en flores secas.

Pero cuidado, llevaremos siempre puesto el amuleto que nos protege de él, del que se mueve en las sombras, a cuyos ojos no les abandona la penumbra, desde que se sabe príncipe, se ha convertido en un monstruo peligroso. Dicen que una especie de can siempre le acompaña y le amamanta.




Objetivos: No debemos distraernos con los preparativos, la reina madre llegará con la primera luna del día de los muertos, aunque ella todavía pertenece al de los vivos. Oigo un rugido, apretemos con fuerza el amuleto...
Tiempo (en reloj de arena) si has leído hasta aquí: Dos vueltas y media.

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viernes, octubre 27, 2006

10:10 p. m. - A veces pasa...

Foto: Nacho Vidal por Fran Berbel,
clicka en ella para ver su trabajo.

Tengo otros dramas que contaros, que seguramente os interesaran poco aunque disimuléis muy bien vuestro interés, cosa que siempre agradezco, pero teniendo en cuenta el carácter lúdico festivo que todo viernes tiene a priori, me he decantado como el buen vino en otro gran placer, disfrazado de anécdota en la tienda, de esas para la colección.



Estaba haciendo el inventario que hago a diario, revisando las películas que tuvieran un retraso igual o superior a cinco días, que es cuando les enviamos un mensaje de móvil para avisarles de que tienen una película pendiente de devolver. Lo malo y lo bueno de tener buena memoria es que a veces sólo viendo el número de socio, sé quién es y casi que imagino el motivo del retraso. Bien, pues el número que ésta vez me tenía entretenida, había alquilado hacía cosa de una semana una película de mi sección educativa para mayores de dieciocho. Y tuve el flashback de visualizar a mi socio alquilándola presuroso un mediodía entre semana cuando normalmente su modus operandi es de fines de semana y con la familia al completo, mujer y nene de unos cuatro años. Creo que es interesante comentar que la mujer en cuestión es de carácter dominante, y siempre se llevan la que ella tiene a bien escoger, pasando de los pataleos de la criatura y del marido.

Y es entonces cuando me encuentro con un dilema, el único teléfono que tengo de contacto es el de la señora esposa... pero bien un retraso en alquiler es un retraso, y haciendo caso omiso de éste pequeño detalle mando el mensaje, “tienes una película pendiente de devolver”. Pasan los días y no recibo contestación alguna, al ser la nuestra esencialmente una tienda de barrio, tengo también de clientes a la madre del marido, a quien le comento si no tendrá a mano un teléfono donde pueda localizar a su hijo, a lo que me contesta que siempre llama a su nuera para contactar con él. Así que segundo mensaje que le envío a la esposa.

Al día siguiente me suena el teléfono y:

- ¿Hola, eres la del videoclub?

- Sí...

- Oye, que creo que te equivocas, llevas dos mensajes diciéndome que tengo una película, pero yo no tengo ninguna película en casa. – Me alecciona ella, en tono más bien de reproche.

- Ya, – ella no me ve pero estoy sonriendo casi, casi como Nacho Vidal, si ello es posible -, verás... hace ya casi una semana que vino tu marido y alquiló una película de la sección porno. – Aquí hago una pausa expresamente, disfrutando el momento.

- ¿Ah, sí? – Pregunta ella incrédula.

- Y seguramente que no la verás, porque él no la debe tener al alcance del niño. – En realidad pienso que no ha estado al alcance de ella, hago otra pausa, pero ella no reacciona y yo sigo. - La alquiló hace una semana y el título es Ninfómanas Enculadas. – El título lo pronuncio como si dijera La Cenicienta, con total normalidad y alevosía.

- Pues ya le diré que se pase.

- Muchas gracias y disculpa las molestias. – Y las dos colgamos.


Al día siguiente de la llamada, entra el marido en la tienda y:

- Perdona, ¿eh? Es que se me quedó en el coche y como no la veía pues me olvidé de ella...

- No te preocupes, a veces pasa...









Objetivos: Él tenía cara de haber sido castigado y lo sé porque todo ésto que ahora relato pasó en verano y desde entonces que no les veo...
Tiempo robado si has leído hasta aquí: 2:05

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martes, octubre 24, 2006

8:05 p. m. - ¿Para qué sirve _____?



¿Para qué sirve una amiga*?
Para decirte, "ten cuidado que te vas a cortar"...

¿Para qué sirve la ley de Murphy?
Para pensar, "¡qué dices!, cortarme yo".

¿Para qué sirve la uña?
Para parar un corte de profundidad de 3mm y evitar cortar el dedo de paso y ejecutar algo más que un retoque de manicura.


¿Para qué sirve la tirita?
Para llenarse de mierda durante tres días y pegarse con todo, repito todo, lo que te pongas.

¿Para qué sirve retirar la tirita?
Pues para engancharte el pelo a todo lo largo de la herida y reabrirla, porque has decidido que hoy era un buen día para lavarte el pelo.

¿Para qué sirve la publicidad del ayuntamiento?
Para escanearla junto a tu dedo que también se encuentra en obres**.



*Wisheast.
**Obres: obras en catalán.







Objetivos: Si lo que más te molesta de cortarte 3mm es lo aparatosa que puede ser la sangre y lo que tarda en cerrar, porque no te has dado ni cuenta... ¿en cuánto debe estar la profundidad permitida en mm sin que sea engorroso ni psicópata, voluntarios...?
Tiempo (en obres) si has leído hasta aquí: 0:55

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domingo, octubre 22, 2006

10:15 p. m. - Para no perderlo.


Cuando trabajaba en el aeropuerto, de lo que estudié, pasaba mucho tiempo libre hablando con los que compartían mi espacio laboral sin ser por ello compis de trabajo, sino más bien compis de situaciones anecdóticas y a veces absurdas, pero en general mucho tiempo libre, para hablar de lo buena que estaba la azafata que acababa de pasar, lo mal que iban camuflados los de seguridad de incógnito, lo altivos que eran los administradores del aeropuerto, y para aguantar quejas de pérdidas de maletas, sin tener nada que ver con ninguna compañía aérea, porque en esos tiempos ya era aquello deporte nacional de más de una aerolínea.

En uno de tantos ratitos libres, empezamos a hacer inventario de frases sueltas que sabíamos en diferentes idiomas y mi contertulio de gorra verde oliva me sorprendió con una lista de palabras en japonés que hoy transcribo para no perder, en el fondo de un cajón, en el fondo de una agenda:

Konnichi-wa: Hola, buenas tardes.

Kudasai: Por favor.

Ryoshusho: Recibo, factura.

Sumi masen: Perdón.

Chotto: Oye tú.

Domo arigato: Gracias

Do itashi mashite: Es un placer.

Sore dewa mata: Hasta luego.

Sayonara: Adios. (Como en Terminator... jejeje)


Aportación de Clementine. 24/oct./06
Itadakimasu: Buen provecho. Bon Profit.





Objetivo: Es egoísta del todo disfrazado en tono didáctico, ya que acabaría perdiendo el papel fijo. Ésta entrada la ilustra una lista de useful frases que tengo escaneada desde aquellos tiempos y que venía como guía práctica para moverse por Barcelona, pues eso espero que os sea useful.
Tiempo robado si has leído hasta aquí: Domo arigato.

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miércoles, octubre 18, 2006

10:30 p. m. - Quinceañera.



Extracto de conversación espontánea que he tenido ésta tarde con una chica de casi quince.


Casi quince: ¡Hola klept0!, ¿qué haces?

klept0: Eso qué significa, que quieres una peli o que quieres hablar...

Casi quince: ¡Hablar!

klept0: Ah, bien. Pues estoy intentando trabajar lo menos posible, que tengo un día tonto, ¿y tú?

Casi quince: ¡Psaa!, tenía un control a primera hora y me he levantado tarde expresamente para no hacerlo porque no había estudiado, vale, y cuando he llegado al cole la directora me ha visto y me ha preguntado que por qué no había ido a primera hora al control, yo le he dicho que me había dormido y me ha cogido del brazo y me ha metido en una clase que estaba haciendo el control a esa hora.

klept0: Vaya, que te han pillado en toda regla.

Casi quince: Ya ves, sólo he podido contestar dos o tres cosas, si no había estudiado. Y además, es que esa mujer me tiene manía.

klept0: Sí eso me suena. A ésta edad siempre nos tiene manía alguien... – Sonrío, sabiendo de qué va la copla, recordando mis coplas.

Casi quince: Y luego estábamos preocupados porque iban a pegar a uno de mis amigos por culpa de una, que es un poco putilla, pero mi amigo es sólo el novio, vamos que qué culpa tiene él de lo que ella haga, y estábamos pensando si vienen a pegarle, ¿qué hacemos?, porque si nos metemos mucho también nos pegarán a nosotras, que en mi cole van a pelea por semana, y enseguida vienen los mossos*.

klept0: Pues mira eso es algo que yo no entiendo, en mi época** hacíamos corro pero para bailar breakdance, muestras de graffiti, o bien se ponían a rapear en medio del patio, pero ni peleas a lo bestia ni mossos, ni nada de eso. ¿Y los profes?

Casi quince: Intervienen cuando ven que es muy chungo, y hay mucha gente pero si no pasan, llaman directamente a los mossos. Y eso que en mi cole hay segurata.

klept0: Si es que copiamos lo peor, eso lo veíamos que pasaba en Estados Unidos y no pensábamos que nos llegaría a nosotros. Es que no lo entiendo, es como si os faltara... – Aquí me interrumpe ella.

Casi quince: ¡Estimulación!

klept0: Mira yo iba a decir una palabra más clásica: motivación. Os habéis rendido antes de empezar, estáis como desencantados.

Casi quince: Luego me he reconciliado con mi mejor amiga por el messenger.

klept0: Ah mira, eso está muy bien.

Casi quince: Sí, porque si no me coge mal rollo y no quiero salir de casa. Ya sé que la gente a veces me ve como una verdulera, un poco quilla o chola, como quieras llamarle, pero me considero buena persona, yo no soy hipócrita, no sé hacerlo.

klept0: Fíjate que yo te iba a decir que es muy raro que una persona a tu edad, sea consciente de cómo le ven los demás, porque yo muchas veces te he llamado la atención, porque se te ve venir de lejos.

Casi quince: Sí, pero yo prefiero ser así, sabes. Voy de frente y si me caes mal, me caes mal pero nos podemos saludar, me entiendes, yo lo veo así.

klept0: No si en eso tienes razón, una cosa no quita la otra.

Casi quince: Ya pero mis padres no me ven así, piensan que soy mala persona, sobretodo si me comparan con mi hermano mayor. Y yo me veo y creo que no soy mala, soy tal cual y digo lo que pienso.

klept0: Claro, se te venir, lo que yo te diga, en fin. Y en los estudios, ¿cómo vas?

Casi quince: Antes si que empollaba pero ahora no, lo justo para no repetir, total.

klept0: Lo que no sé es por qué estáis como decepcionados antes de tiempo, ya sé que los curros son una mierda y que tenéis claro que si llegáis a la universidad será por hobby más que por esperar trabajar de ello, pero hay que intentarlo al menos, no sé...

Casi quince: Bueno, yo sólo espero que el viernes no le peguen a mi amigo y que no tengan que venir los mossos.

(Entra gente en la tienda y no podemos seguir hablando)

Casi quince: Bueno, adeu.

Klept0: Adeu y cuando quieras... – Casi quince, se gira y me sonríe, yo me quedo como con una sensación de vacío y como si me separaran de ella años luz, en lugar de poco más de una década.







Objetivo: ¿Cómo se inyecta la estimulación?
*Mossos: Cuerpo de policía catalán.
**Me refiero a finales de los '80.
Foto publicitaria de The Rosemary Company.
Tiempo robado si has leído hasta aquí: Extracto de generación de futuro.


P.D.: Por cierto aprovecho para felicitar por adelantado a Wisheast, que mañana cumple quince (por dos),
¡¡¡FELICIDADES WAPA!!!, que todavía no sé qué ponerme el viernes, si plateado o fucsia.

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lunes, octubre 16, 2006

9:56 p. m. - El chicle de mamá.

Chicle, 1971. Macduff Everton, clicka en ella para ver su trabajo.




Mi madre es una persona que a su edad, las manías ya han dado paso a fijaciones y hasta casi diría yo que son intrínsecas en ella, lejos de si me gustan o no, no sería mi mamá (leer en tono ñoño, así está mejor) si no las hiciera.

Uno de sus caprichos es ir de restaurantes de vez en cuando y pedir, da igual lo que ponga la carta, y da igual si nos traen la carta de vinos, y da igual si tienen una hojita adicional con las recomendaciones del día: bistec con patatas. La mujer se asegura siempre de haber identificado el bistec y preguntar al camarero qué lleva de acompañamiento, da igual si el bistec en cuestión lleva una salsa de champiñones, da igual si nada en tomate, o si está esculpido a la brasa, ella pide: una ración de patatas fritas.

Nuestra última excursión gastronómica fue hace escasamente un par de semanas, pero el sitio en cuestión no era un restaurante normal y corriente, no, íbamos a uno al que yo llevaba tiempo negándome en ir, porque tal como lo define cualquier guía de Barcelona es rancio y pijo, vive de las viejas glorias de lo que una vez fue, y te cobran por respirar. Pero ella quería comprobar cómo era el bistec en ese sitio cuyo nombre tiene el mismo número de puertas que mi fecha de cumpleaños, y bien, nos dispusimos a pedir el bistec cuando...



(lo siguiente lo tenéis que imaginar como en slow motion, para que impacte más si cabe)


... cuando mamá se saca, muy graciosamente todo se ha de decir son años de práctica, su chicle y lo deja cual escultura diminuta y abstracta, en el borde del plato, justo al lado de la serigrafía grabada de manera exclusiva en tan singular porcelana blanca. El camarero se acerca, y ella le pide su bistec con su ración extra de patatas. En otros tiempos yo me hubiera puesto de todos los colores, le hubiera dicho, casi chillado, ¡mamá por Dios!, pero ahora con la madurez que se consigue con el tiempo y a fuerza de repeticiones banales, me limité a disimular igual que el camarero y con una sonrisa le pedí mi pato confitado.

Por eso cuando en la tienda mi mini-contertulio de turno, me comenta que él con sus doce años el máximo lo tiene en una bola de ocho chicles, yo me río con dulzura pretendiendo entender semejante osadía en capacidad bucal, cuando lo que realmente pienso es: ¡atrévete a pegarlo en el borde de un plato de postín, para recuperarlo antes de los postres y entonces te escucho!





Objetivos: Basado en hechos reales, algunos chicles se han modificado para evitar ¿caries?
Aunque debo reconocer que si todos fueran como mi mamá (leer ya sabéis cómo) no tendrían sentido campañas tan ingeniosas como ésta. ¿Y tú dónde lo pegas?
Tiempo (mascado) si has leído hasta aquí: 2:01







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jueves, octubre 12, 2006

10:05 p. m. - La India Dormida.


Foto del Valle de Antón, donde se puede apreciar el perfil de la india dormida, Panamá.

Última actualización el 28 de julio de 2013: Queridos lectores, alumnos, profesores, etc... Esto no es un resumen, no te ayudará a aprobar el examen, ni tu trabajo escrito, tampoco es nada nuevo ya que lleva colgado en la red desde octubre de 2006, y han sido múltiples las visitas desde entonces. Pretende ser desde el principio un estímulo al libre pensamiento, a plantearse nuestra historia de manera crítica y obejtiva. Si eres un estudiante no hagas un resumen de la India Dormida, intenta imaginarla. ¡Despiértala!

“... como si la sierra que tanto amó hubiera querido plasmar su figura eternamente, las cimas de los montes desolados fueron copiando los perfiles imprecisos de la india dormida.”
Fragmento de La India Dormida de Julio B. Sosa.


Me la imagino asustadiza y curiosa, para nada como una ansiosa cenicienta étnica atontada perdida como el personaje de Q'Orianka Kilcher, de hecho ésta visión colonizadora siempre me hierve la sangre, por dónde iba... la veo camuflada entre las sombras, acercándose en sigilo, cuando él está desprevenido, cuando él estaba más asustado que ella y lo único que quiere es seguir conservando su cuello. Me imagino una escena típica de comedia de enredos, por señas, descubriendo que ambos son aparentemente inofensivos, me la imagino conduciéndole hasta el mar para limpiarle, para sanarle. Me imagino la cara de Vasco Núñez de Balboa, sumergiéndose por primera vez en el mar del sur, sorprendido, harapiento, agradecido a su buena fortuna por seguir vivo, ignorante de que sería proclamado desde mi óptica sin otro mérito que por ser un polizonte y luego prófugo de la justicia, su descubridor y su perfil plasmado por siempre jamás en moneda, porque sólo un prófugo se habría atrevido a llegar hasta tan lejanos parajes. ¿De haberlo sabido, la habría proclamado no su salvadora, sino su reina? Seguramente no, los libros escritos por hijos colonos prefieren pensar que ella murió de pena, ignorante y bella, formando parte de la salvaje naturaleza.

Me imagino a los indios más tarde alimentando a los colonos con su maíz, luego los colonos, comprando el maíz a precio de coste, exportándolo, para luego importarlo, en vistosas bolsas de plástico que dicen estar rellenas en su interior de 100% maíz, pero ahora está procesado, ahora no se llama maíz, se llama doritos y cuesta su peso deshidratado multiplicado por cinco. Me imagino, corrijo, sé que la india descendiente de aquella otra, es ahora cinco veces más pobre.

Siete años distan mi presente de ese desfile de orgullos patrios a la sombra de las torres gemelas ahora difuntas, orgullo que a veces se me escapa, que simplemente no digiero, se me atraganta justo en el esófago, y nunca llega al hígado, que desconoce generar la bilis inútilmente por un símbolo, que no fue creado por nativos, sino por colonos liberales y conservadores, como siempre, izquierdas y derechas. Pechos henchidos, engalanados de trajes también de origen colono, nadie quiere ser nativo o indio cuando dice hablar de sus raíces, nadie bautiza a sus hijos Anayansi, Urracá, Yaraví, Chamé, Parequeté, Ixtú, Huanca. La bandera ondea al compás de la banda, altivos ellos en realidad desconocen lo que representan.





Objetivo: Hija de la macedonia que se originó como excusa para la construcción de un canal sobre un istmo, en días hispánicos como hoy me imagino como una india dormida y sólo me pregunto cuánto tiempo más dormiré, desde la otra orilla.
Tiempo robado si has leído hasta aquí: Since 1492.

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lunes, octubre 09, 2006

10:48 p. m. - ¡Cómo ha cambiado el cuento!

klept0: ¿Te preocupa el hecho de ser hijo único?... Ya sabes, no tener hermanos y eso.

Un adolescente cualquiera (no ese no): No... a veces pienso que me hubiera gustado tener hermanos. Pero no me dura mucho.

klept0: ¿Quieres decir varones?

uac: Sí claro, para jugar con alguien, al ordenador o la play.

klept0: Bueno pero seguro que disfrutas de las ventajas de ser el más mimado en casa, ¿no?

uac: ¡Qué va!, más quisiera... ¿Sabes quiénes de verdad lo tienen todo?


klept0: ¡Sorpréndeme!

uac: Los hijos de los divorciados.

klept0: (¡Plop!)





Objetivos: Elemental mi querido Watson. Y es que competir por el amor de un inocente no siempre es inofensivo.
Foto: Fragmento de la campaña de la Generalitat (Aquest any, més ajuts)... que son unos cachondos, ni el bebé dá crédito.
Tiempo robado si has leído hasta aquí: 0:34

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viernes, octubre 06, 2006

8:58 p. m. - Acorralada.

Estoy acorralada lo sé, me es imposible salir de este espacio de metro y medio por cuatro… ahora lo que realmente me preocupa y con lo que no contaba es con su aparente invisibilidad, ¡cómo puedo no oírla!, de vista seré algo corta (¡eh, que yo me cachondeo de lo corto que podéis ser vosotros!, un respeto... a lo que iba), pero de oído, vuelvo a comprobar que al quitar la música, oigo el constante hormigueo del router ADSL, lo intermitente de los fluorescentes en el techo, casi que me oigo respirar de lo paralizada que estoy por el miedo, de nada ha servido embadurnarme con las pinturas de guerra, por lo visto eso le ha irritado más, y yo estoy cada vez más acojonada.

- ... ¡mierda!, ya me ha chupado otra vez. - La zona se ha enrojecido y veo el punto sanguíneo que ha dejado impunemente.

Me encojo sobre mis rodillas, no aguanto más, ya van tres chupadas una al lado de la otra, y empiezo a sentir pánico por la pérdida de sangre, no la veo, sólo siento sus chupadas cada vez más rabiosas y su veneno recorriendo por mis pantorrillas hasta arder, siento algo en el codo, vuelve a ser ella, definitivamente está jugando conmigo.

He perdido la cuenta ya de las chupadas, noto las más grandes, la que tengo en el cuello, las de los brazos... de mi mano izquierda cuelga un trozo de piel que me he arrancado yo misma, en un momento de cordura he pensado que era lo mejor para extraer el veneno, una risa se me escapa, porque si hubiera podido morderme, me mordía pero no llego, tengo que apuntar en la agenda ir a clases de yoga, si sobrevivo a ésto. Ya sólo intento controlar el ardor, si pienso en un punto y me concentro, intento hacerlo, y si lo lograra, ¡diooos!... si lo lograra podría superar las primeras horas que son las peores, las que evitan que te transformes, estoy mareada por los efectos de su veneno, cuando me parece verla justo enfrente, sin amagos y me está... ¡chupando!


¡ZAS!


- ¡Me cago en la globalización y en toda tu especie! – Exclamo jubilosa, mientras observo mis falanges salpicadas de mi propia sangre, al haber reventado el abdomen del mosquito tigre hembra. Me quedo así unos minutos más, contemplando mi sangre roja, cuando entra alguien en la tienda y me pregunta,


- ¿Una de terror, que esté bien?




Objetivos: ¿Necesito explicaros con qué cara le enseñé mi trofeo?...
Tiempo (chupado) si has leído hasta aquí: 2:20

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miércoles, octubre 04, 2006

9:57 p. m. - ¿Tú ves algo?


- ¿Tú ves algo?

- No... ¿una cerveza? - Le dice él mientras se levanta del sofá y va a buscar una cerveza a la cocina.

- ¡Oye!, no me dejes aquí tirada con éste marrón, que yo no entiendo de electrónica.

- A ver si te piensas que yo sí. - Le contesta malhumorado él, apoyando el hombro y dejando caer todo el peso del cuerpo en el marco de la puerta de la cocina.

- Al menos ven aquí y échale un vistazo, a ver si puedes ver algo fundido o yo que sé... ¡algo!

- ¡Vaaale! - Se acerca y vuelve a sentarse junto a ella en el sofá y los dos se quedan mirando el aparato de dvd que tienen en la mesita de la sala, junto al aparato se encontraba la tapa desatornillada del chásis. Minutos después, anuncia levantándose del sofá... - Pues sigo sin ver nada.

En eso le suena el móvil, - es un colega-, le dice a ella que sigue mirando la red de circuitos y resistencias, - no tío, que se me ha dañado el dvd y ahora no podemos comprarnos otro... ¡ah, sí!... de puta madre, sí estaremos en casa. - Ella ha empezado a hacer aspavientos en el aire, para decirle que no, pero es inútil, ya ha colgado.

- ¿Para qué le has dicho nada? - Le pregunta ella, cabreada, en realidad muy cabreada.

- Porque acaba de decirme que nos presta uno de los dos que tiene en casa, ¿si quieres le llamo y le digo que no venga?

- ¿Ah, sí?

- ¿Ves cómo mis colegas no son todos unos inútiles?



Una hora más tarde son 3 caras observando el dvd, el colega está echando el humo de lado, para que las cenizas no caigan sobre los circuitos... - Pues, ¿qué queréis que os diga?, lo veo todo bien soldadito, en su sitio, vamos de puta madre.

- Pues nada, vamos a probar el tuyo. - Dice ella, conectando el dvd del colega.

Se sientan los tres en el sofá, cervezas para todos, snacks para todos, película para todos... ella enciende el aparato con el mando y su gesto se nubla cuando comprueba que la pantalla nuevamente se ve roja completamente.

- No lo entiendo, es que no puede ser... - Dice ella agobiada.

- A lo mejor me meto donde no me llaman pero, ¿habéis ajustado los contrastes de color de la tele?

- ¡Neng, que eso es lo primero que he hecho! - Contesta rápidamente él, justificándose.

- Déjame ver una cosa... - Comenta el colega, levantándose y sumergiendo su cabeza entre los cables posteriores a la tele, mientras echa el vistazo puede oír cómo discuten ellos dos a su espalda. - ¡Vale, lo tengo!, es el euroconector que está pelado y no hace bien la conexión, ¡menuda tontería, eh!

- Sí... menuda tontería. - Contesta ella, cortésmente.

- Joder tío, gracias. ¡Ya ves!, no es lo mismo comprar un cable nuevo que el aparato. - Le dice él con ese tono de camaradería masculina, que surge en los momentos de conflicto. - ¿Te quedarás a cenar, no? - Y le dirige una miradita a ella de soslayo, en plan, hoy sí que se lo ha ganado.

- Sí claro... quédate. - Dice ella con disimulado entusiasmo.






Objetivo: Aún viéndolo todo rojo, puede que incluso entonces la solución sea sólo un cable. Basado en un hecho real.
Tiempo robado (en rojo) si has leído hasta aquí: 2:59

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domingo, octubre 01, 2006

7:35 p. m. - Disparar, agitar y reír...




Simulación futura:

- Quieres decir que cuando hicistéis éstas fotos... ¿ya era un sistema anticuado?

- ¡Sí!

- Pues, no entiendo lo que tiene de divertido. Aparte, ¿para qué gastar dinero en algo tan... tan siglo veinte?

El tono es ciertamente despectivo cuando pronuncia las palabras siglo veinte. Ella sonríe y hace un gesto vano con los hombros, como toda respuesta, cómo puede explicarle a una personita que lleva implantes en los ojos, con disparador automático y zoom x 6, la sensación de imprimir un instante, lo increíble que puede resultar una simple mecánica, el por qué seguiran llamando la atención de su piel arrugada y color canela, los autómatas, aunque ahora se lleven los klevers, androides de celulosa de última generación.


- Creo que la mejor manera de que lo entiendas es... ¡haciéndote una!

- ¡¿Funciona?!

- Puedes apostar tu implante a que sí...

.
.
.


Como sistema de prevención actual:
Necesito unas muñequeras, manguitos, o cualquier otra cosa que proteja mi muñeca contra la agitación excesiva y compulsiva. Estaba pensando en algo tipo Fame o Flashdance... creo que tengo algo por ahí... Porque sin lugar a dudas lo mejor es ver cómo va apareciendo la imágen, mientras agitas la foto.



Objetivos: Esto me pasa por escribir en voz alta mi wishlist, eternamente agradecida a Wisheast por leerla y cumplirla, sin que fuera ni mi cumple, ni mi santo, ni na' de na'.

¡Ea, a por los fairy tales!, y ya tengo voluntarias hasta para eso: Audrey y ella + Paseando en su parque. Si después de todo éste zafarrancho alguien se queda con ganas de más, ver actualizaciones en klept0cracia.
Tiempo robado (en película 600 Polaroid): 1:15 PA-TA-TAAA, (¡y sonríe coño!, que éstas no se pueden borrar y repetir... tampoco).

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© 2005-13