<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d15196203\x26blogName\x3dklept%C3%98\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://klept0.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://klept0.blogspot.com/\x26vt\x3d70975121274733012', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>
kleptØ

Todo lo que no es nuestro, prometemos haberlo robado. 

domingo, noviembre 10, 2013

11:00 p. m. - Ofelia.

Durante años después de haber leído Hamlet, mi heroína de novela, más allá de la ñoña de Julieta y su Romeo, o de la indecisa y cruel Catherine de Cumbres Borrascosas, fue sin lugar a dudas: Ofelia.

Nos resulta violento y casi inconfesable, reconocer la belleza en la muerte. Por eso cuando vi por primera vez Fire with Fire (sí, queridos lectores habituales, la he visto en más de una ocasión y por el sólo hecho de rememorarla aquí para este post, hoy la he visto nuevamente), pasó a ser una de mis películas favoritas de los '80, al mismo nivel de: Pretty in Pink, Splash, The Breakfast Club o Ferris Bueller's Day Off.

A continuación hacemos un intermedio musical con un video que formó parte de la banda sonora original para Fire with Fire. El cual, recomendamos encarecidamente para seguir con la lectura del post y embargarnos en un sweet mood:

 

Y es que ver a Virginia Madsen emulando el cuadro de Ofelia, para hacer una autofoto con disparador automático de cable, fue lo más... ¿Se dan cuenta queridos lectores que hoy nos haríamos la foto para colgarla en una red social al instante? Nunca dije a nadie que había visto esta película, y me cuidé mucho de comentar con ningún amigobarraconocidobarraporconocer, que a mi también me subyugaba la belleza del cuadro de Ofelia. La flotabilidad como abandono total de la existencia ante los elementos. Sublime.



El nombre de Ofelia me resultaba sonoramente dulce, ideal para susurrar al viento sin esperar eco. Ofelia de Millais es un cuadro prerrafaelista inspirado en el episodio de la muerte de Ofelia, referida (como todos sabéis y estáis recitando de carrerilla mientras leéis) en el acto IV del Hamlet de Shakespeare. Ofelia, abatida por la locura de Hamlet y la muerte imprevista de su padre, se vuelve loca y se suicida.


Ofelia la más bella de las suicidas, murió por amor. ¿No es así como deseamos morir todos?

Pero es difícil superar a Ofelia en belleza, y eso mismo traté de explicarle ayer a mamakleptØ, muy seriamente le dije, mientras ella trinchaba su bistec con patatas, de todos es sabido que siempre sienta mejor un comentario imprevisto con la barriga llena:

- Pensé en hacerlo, me vi, pero no me gustó lo que vi. Quiero decir... Era realmente fácil hacerlo.

MamakleptØ, ha detenido en seco la disección del bistec, ahora que observo el trozo de carne de su plato con detenimiento, diría que el concepto muy hecho corresponde a casi quemado. ¿Es negro o marrón oscuro el color del bistec? Es imposible de determinar con la luz mortecina que tenemos sobre la mesa, ideal para hacernos creer que estamos en un ambiente íntimo y así no detectar los colores reales de lo que engullimos. Si es que lo tienen todo pensado en el sector de la hostelería. MamakleptØ, sigue analizando mis palabras, me mira buscando algún indicio que niegue lo que acaba de escuchar. Y sigo diciendo:

- Pero sólo lo pensé.

MamakleptØ respira hondo y sigue en su tarea de diseccionar el bistec de puntas negruzcas, nunca supo gestionar las confesiones sinceras. Se limita a decirme que la carne está muy hecha, casi quemada. Estoy acostumbrada a que reaccione así, y me limité a darle la razón en lo que al bistec se refiere.



Objetivos: Fue una cuestión de estética pura y dura. Me vi, como pocas veces me he visualizado en una situación posible, víctima de mis emociones... Y no encontré belleza alguna en mi propia muerte, de una manera autoinfligida. Y es que una es coqueta incluso para morir, qué se le va a hacer... Descartamos a Ofelia como heroína de novela. Desde aquí os animamos a matar a vuestros ídolos. Hablando en sentido figurado, claro está.


Acabo de leer en algún sitio, algo así como que: "Dormir es suicidarse un poco cada noche."

¿Será por eso que ahora de manera casi inducida, duermo menos que nunca?

Tiempo intentando dormir si has leído hasta aquí: Puede que no lo haya intentado como es debido...


Publicar un comentario

© 2005-13