<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d15196203\x26blogName\x3dklept%C3%98\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://klept0.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://klept0.blogspot.com/\x26vt\x3d70975121274733012', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>
kleptØ

Todo lo que no es nuestro, prometemos haberlo robado. 

miércoles, junio 28, 2006

9:09 p. m. - Fragmentos de mis tubos.

"Mi papel aquí, ante todo y según pienso, es guiar al lector más allá de la ligereza y la amable superficialidad de las partes introductoras de este libro y permitirle superar lo que pueda tener de decepcionante aunque justificable en el plano crítico, en el modo de tratar la catástrofe para conducirle hacia la parte oscura, pero sumamente estimulante y llena de interés, de las cavernas, túneles y galerías donde se agazapa el verdadero e inasequible pensamiento de Gabriel Tarde..."
H.G.W.



Leído ésto me quedo igual, con semejante afirmación más bien pedantilla pero tranquilizadora, que se puede leer en el Posfacio del libro Fragmento de Historia Futura de Gabriel Tarde, escrito en 1896; sino fuera porque tras las iniciales me encuentro el nombre de, Herbert George Wells, quien como ya habréis recitado todos (menos yo...) de carrerilla, no es otro que el padre de la ciencia ficción anglosajona, ese prodigio de hombre que en tan sólo cuatro años publicó títulos que todavía hoy dan de comer a más de uno como: La Máquina del Tiempo (1895), La isla del doctor Moreau (1896), El hombre invisible (1897) y La Guera de los Mundos (1898), entre otros. Sí amigos, siendo mi imaginación y capacidad de réplica todavía limitada y en espera de expansión, yo también me pregunto qué clase de droga dura engulló Sir Wells para parir tan prolífica obra en esa brevedad de tiempo y espacio. Cierro el libro y le doy la vuelta para ver cómo me puede engatuzar la contraportada, arqueo las cejas, nada del otro jueves, empieza con sendas preguntas alarmistas: "¿El sol se apaga? ¿El porvenir de la humanidad se encuentra en los espacios subterráneos de un planeta helado? Privado del cielo que lo cubre y del sol que lo alumbra, nuestros descendientes trogloditas, al fin librados de las estaciones, los climas y las incertidumbres, de las guerras y los conflictos, darán nacimiento a una utopía subterránea, humana y social".

En esas estoy cuando noto una respiración a mi izquierda, por el rabillo del ojo puedo ver a un hombre de unos cincuenta y tantos, que viste traje y chaqueta, con ¿una pajarita?, demasiado puesto para la tienda de stocks de libros donde nos encontramos, puedo sentir cómo clava su mirada en mi nuca, y como buena regatista en las rebajas pienso que no soltaré el libro, ya me he dado cuenta de que es el único que hay, como si fuera un acordeón despliego las páginas, y con la misma soltura del tope de la ruleta de la suerte mi dedo frena una al azar, para leer: "El apogeo de la prosperidad humana, en el sentido superficial y frívolo del vocablo, parecía logrado. Desde hacía cincuenta años, el establecimiento definitivo de la gran federación asiático-americano-europea y su innegable dominación sobre el resto, en diversos lugares, como Oceanía o el África Central, de barbarie inasimilable, había acostumbrado a todos los pueblos, convertidos en provincias, a las delicias de una paz universal, ya imperturbable."

Vuelvo a comprobar el año en el que dice que está escrito éste ensayo y sí, cuando en París los calendarios de pared marcaban el año 1896, Tarde ya comentaba lo hoy evidente. He dejado de notar su presencia a mi izquierda, giro la cabeza en esa dirección y puedo ver cómo el hombre con pajarita, pelo apelmazado y peinado de medio lado, me sonríe y desaparece tras una estantería. Me quedo de piedra, conozco la tienda de sobras, me he refugiado otras veces cuando los planes iniciales se han torcido y he tenido que matar el tiempo o pasar el rato, sé que no hay más pasillos tras la estantería, ni más secciones. Con el libro entre las manos avanzo hasta donde he visto que se escabullía, cuando llego al recodo compruebo estupefacta que no hay nadie, me agacho y revuelvo los libros con ansia en busca de una trampilla o algo, cuando el encargado de la tienda me golpea suavemente en el hombro y con cara de preocupación me pregunta, "si me puede ayudar en algo", quiero hablarle del hombre con pajarita, de que he descubierto que el libro está escrito en clave para que se entienda hoy claramente, así que aferrándome a las tapas endebles de edición barata y páginas de guía telefónica le pregunto segura de mí misma.

- ¿Qué precio tiene?

Así fue cómo lo compré, de vez en cuando todavía creo notar más que su respiración su sonrisa burlona, pero eso no ha impedido que me haya imaginado mil fragmentos más de mi historia futura, vestida en metal plateado perfecta.


Pero como soy mortal intentaré recordar que también soy un tubo que engullo por arriba y deshecho por abajo los sobrantes, que me maravillo cada vez que me descubro disfrutando de algo que me provoca PLACER, así con mayúscula cerrada, y que me sobrecoge cualquier muestra de lo caduco que es todo, que somos todos. Amélie Nothomb y su Metafísica de los Tubos, es deliciosamente cruel cuando decide ser Diosa de todo lo que le rodea y realista hasta la médula a la hora de descartar las actitudes que te pueden poner en desventaja, me ha gratificado enormemente encontrar por fin alguien a mi nivel, sólo así se puede comprender el grado de lucidez cuando dice: "Andar resultaba de una innegable utilidad. Te permitía avanzar viendo el paisaje mejor que gateando. Y quien dice andar dice correr: correr constituía un invento fabuloso que permitía toda clase de evasiones. Uno podía arramblar con un objeto prohibido y huir llevándoselo sin ser visto por nadie. Correr aseguraba la impunidad de los actos más reprensibles. Era el verbo de los bandoleros y de los héroes en general".


Estoy acabando de armar el blog cuando recibo un mensaje de Zeloteb, quien he descubierto recientemente que me es infiel en sonrisas bajo el nombre de Kuenlud por otros lares
, diciéndome que busque referencias sobre el libro El Método de un tal Neil Strauss, extrañada le envío otro mensaje de vuelta para preguntarle el por qué debería hacerlo, a lo que me contesta, "material para tu blog", irónico él que no me lee, me sugiere un temazo, visto lo visto, desde mi estatus de Papaya Cósmica, entiendo beneplácita que sólo puede sugerirme tal cosa desde su condición de Plátano Absoluto a lo que nadie que ostente mononeurona es inmune, y me relamo en mis pepitas de papaya, susurrando más que cantando a las Pussycat Dolls, "Don't cha... I don't care... Don't you wish your girlfriend was hot as me, don't you wish your girlfriend was freak like me, don't you wish your girlfriend was fun like me"...

Y espléndida como estoy vestida de plata metálico arrastrándome por mi mundo de tubo pero
subterráneo, os regalo ésta perla (bajad hasta el mensaje de Metal up your ass y leed las reglas de una m...) queridos Plátanos, todo ello sin dejar de relamer mis pepitas de Papaya. Ahora estoy segura de que noto su sonrisa burlona.



Objetivos: “Seamos exagerados a riesgo de pasar por extravagantes.” Gabriel Tarde
Tiempo robado si has leído hasta aquí: ¿cuánto dirías tú?

|

domingo, junio 25, 2006

8:08 p. m. - El leñador escuchó cómo gritábamos.



Yo no debía estar ahí, quiero dejarlo claro antes de empezar a relatar los eventos futuros por explicar, hoy pasado colectivo.

Todo empezó cuando unas semanas atrás Wisheast me llamó para comentarme que le había fallado su acompañante inicial al concierto de James Blunt, la segunda candidata potencial también le falló, y me pidió si le acompañaría yo, a lo que le dije sin dudarlo que contara conmigo, hago un inciso para comentar que como única afinidad al cantante tengo el training del contundente mp3 del pc de Wisheast que escuché sin cesar durante nuestra jam session particular de cuatro días, que fue lo que nos llevó la realización de su maqueta el pasado mes de enero, con un surtido espectacular de catorce canciones, de las cuales unas seis pertenecían a James. Una vez escuchado el repertorio completo, desconecté a la tercera repetición, podía haber estado escuchando la Biblia en verso que me hubiera dado lo mismo, la cuestión es simple cuando la compañía es buena y te lo estás pasando de puta madre, lo que escuchas de fondo pasa a ser parte de tu banda sonora original, algo que te permitirá evocar olores, risas y uñas negras (guiño a Wisheast).

Estaba preparada pues, para evocar y vivir nuevos sucesos a añadir a esa b.s.o., preparada para aguantar colas de dos horas para entrar, preparada para pedir tanda en la cola y sentarnos mientras en el banco de madera de enfrente, y ver cómo los demás se sentaban en el suelo, preparada con bebidas para prevenir la deshidratación, preparada para aguantar a unos teloneros insulsos cuya cantante confundida por nuestros gorgoritos de deseo salió a entretenernos con la cara pintada de payaso, me doy cuenta de que no llevo el mp3 y no puedo sentarme en el suelo con los cascos como lo hacen los chicos que tenemos a nuestra izquierda, ¡mierda!, por no comentar la PSP que tiene el que está a nuestra derecha en diagonal. Me suena el móvil, y al otro lado puedo oír a una V. jovial, cálida y cercana, y por un momento somos tres en el concierto (guiño a Schere). Preparada con esas horteras pero del todo útiles pulseras fosforescentes para agitar entre la multitud alzada en lugar de los socorridos mecheros, preparada con la cámara en riste para cualquier cosilla susceptible de inmortalizar, como nuestros caretos de pánfila antes del babeo a rienda suelta, preparada con mis bambas rosa palo de caña alta imitación Converse y con cordones originales de leopardo para prevenir los pisotones, preparada con mis bermudas camuflaje para prevenir leñadores.

Mi condición de invitada, me puso en una situación de espectadora lejana aún y estando compartiendo mis células epiteliales y demás sudoraciones con la gente que ocupaba las cinco capas que nos separaban de la zona de los seguratas y por ende del escenario, así teníamos que a nuestra izquierda teníamos al grupo mixto e inteligente de chicos que viendo que lo de los teloneros era más grave de lo que habíamos previsto desconectaron como he comentado antes con sus respectivos emepetreces, mientras uno de ellos hacía fotos de esas cachondas de grupo, que si te he pillado hablando por el móvil, que si parece que te estás sacando un moco, detrás de ellos típica parejita de él en el rol encantado de soy tu mayordomo, que si te aguanto la mochila mientras ella saca fotos hasta del campanario en plan profesional eso sí, camara de mil objetivos y sendos flashes, que si te voy a buscar una botella de agua mega gigante antes de que el calor la sofoque por haber pulsado más de diez veces seguidas el disparador, a nuestra derecha grupo de seis veinteañeras de familia bien, imprescindible donde los haya en conciertos como éstos que aseguran la diversión con comentarios del todo trascendentes, "jo tía, necesito a una tía más alta para poder subirme y que James me vea", comentario que le hacía a su amiga después de haber imitado entre ambas a un dromedario al intentar subirse ésta última a la espalda de su amiga y comprobar que medir escaso metro cincuenta cada una, no sirve para que ni James ni nadie pueda verte entre la multitud, muy a pesar del collar tope fashion y las sandalias a juego que puedas tener, y muy pesar de creerse las únicas que entendían lo deep de las letras de James. Detrás de ellas unas turistas de rasgos asiáticos que no paraban de tirar fotos y de compararlas como si fuera eso algún tipo de concurso absurdo, incluso de los focos del escenario, soy testigo. Delante nuestro teníamos a la pareja calentorra inglesa de turno, de unos treinta y tantos que no despreciaron ni uno sólo de los coros pegadizos de James para morrearse a gusto, a su lado y a la izquierda veo lo que pienso que son un grupo de tres, las dos amigas y el novio o el hermano de una de ellas, sigo el scaner visual y a la izquierda de éstos y en diagonal a nosotras otro grupo de tres chicas inglesas rubias y con complejo barbie, en ese estado de superioridad que da de por sí la melena rubia natural.

Suenan los acordes del Hotel California y la voz de James inquiere "Look who's alone now... Where are you now?", la multitud acalorada le responde coreando la letra de Three wise men, un movimiento llama mi atención, mis antenas se ponen en marcha de manera instintiva, en cuestión de segundos me doy cuenta de que él no va con ellas, que definitivamente no es ni su novio, y menos su hermano. Viste una camisa a rayas muy finas, un pantalón beige, pelo muy corto algo cano y de entradas incipientes coronilla al aire, y de unos cuarenta y tantos, sus brazos están cruzados al frente, y su cabeza cuál ágil radar no para de moverse de derecha a izquierda y viceversa, comprobando que el resto de los ahí presentes se limitan a mirar al frente, en realidad verificando que nadie detecta su presencia. Las chicas que al principio había pensado que iban con él, se han percatado de la proximidad de sus partes, y se han ido apartando hacia la izquierda, todo lo que la multitud del momento les permite, la nueva víctima es una chica que no debe tener más de veinte con larga coleta al viento, que no para de moverse y saltar acompañada de otras tres amigas que viven plenamente la histeria del momento, ahora lo tengo en diagonal y a la izquierda, hipnotizada como estoy, como espectadora lejana que soy, veo cómo flexiona ligeramente las rodillas acercando de ésta manera su pelvis al frente, y como sus brazos bajan a la altura de sus bolsillos y se pierden, entonces James cambia de ritmo para afirmar con voz fuerte y contundente "Goodbye my lover. Goodbye my friend" (guiño a Mike), momento estelar para que la pareja inglesa de treinta y tantos se convulsionara de manera fuerte y desesperada mientras se funden en otro morreo justo delante mío centrando toda mi atención, no soy consciente de que desde ésta nueva posición estoy dentro de su campo visual, y al volver a mirarle, él en su recorrido radar me ha detectado, sus ojos que carecen de esclerótica y son negros como la noche que cubre en esos momentos nuestras cabezas, destilan la misma frialdad que los lagartos de V antes de engullirse al ratón, siento la fuerza de su mirada que aún sostengo unos segundos más, que me desafían y me recuerdan que yo no debería estar ahí. El grupo inteligente que tenemos a la izquierda despliega una pancarta y me veo sujetando una de las puntas, al grito de "TU SÍ QUE ERES BEAUTIFUL", arrebatándome de mi realidad paralela, mientras agito como una posesa mi pulsera fosforescente, y una Wisheast emocionada me abraza para decirme con un hilo de voz, "míralo si está sólo a unos metros, tengo que encontrar a mi James". El concierto acaba veo a la víctima de larga coleta al viento que sigue saltando presa de la histeria, a él no lo veo, pero ella sigue inocentemente feliz y eso me consuela, porque sé perfectamente que el leñador escuchó cómo gritábamos, y por un momento se sintió beautiful.



Objetivos: Porque muchas veces, simplemente actuamos como espectadores lejanos, y yo no soy diferente.
Tiempo robado si has leído hasta aquí: 5:59

|

domingo, junio 18, 2006

9:18 p. m. - Nubes negras, agua limpia.


Hoy truena con fuerza, el cielo está encapotado, pero el aire es caliente y la humedad roza mi piel, las nubes cambian de forma enfurecidas por ser ordeñadas antes de tiempo, se retuercen y se dividen como células, formando otras de nuevas y más grandes, gris y azul cielo se combinan de una manera natural, difícil de imitar con coherencia de forma artificial, con motas blancas de algodón impoluto aquí y allá.

Un último estertor en forma de trueno retumba en las paredes, lo suficiente para que el perro levante las orejas y las dirija hacia la terraza, parpadea dos veces antes de volver a colocar la cabeza plana en el suelo siguiendo la línea de su cuerpo, él también nota la humedad y el aire caliente.

Pero finalmente no llueve, apenas caen cuatro gotas que dejan en el suelo un confeti húmedo y efímero. Intento escribir pero es en vano, busco refugio en otras letras, porque las mías se retuercen como las nubes, y al final se quedan en confeti. Abro ese libro que tanto me costó encontrar pero que tampoco busqué efusivamente, pero me quedo estancada en el mismo párrafo, mis ojos fijos desdoblan las letras y aparecen sinuosas imágenes que nada tienen que ver con el texto, que quisiera que nada tuvieran que ver conmigo. Lo aparto y vuelvo la cabeza hacia el monitor del pc, mis dedos ágiles y viciados clickan, rauda y velozmente para refugiarme en sus letras:

"...mi cerebro funciona en dos sentidos, a la par que recuerdo cosas gratas, también lo hago con las cosas que no lo son, ojalá y pudiera crear un mecanismo de defensa o de evasión para no acordarme de las malas experiencias." Zórpilo

"En la vida no existen las coincidencias, no existe el destino y no entiendo el futuro, pero es evidente que el tiempo transcurre en una línea que no es recta y nos mueve..." Alemar

"Lloró, lloró, hasta esconder su cara en las rodillas." Ilne (in progress)

"...a la que empieces a cavar ya empezarás a ver gusanos. Y si bien es cierto que todos estamos mal, también lo es que algunos estamos peor que los demás." MoLoKo

"El cansancio que recorría mi cuerpo me reflejaba gris y marchito. Dominas tu trabajo y pierdes el interés, por ende, la motivación." TíA MiGuELoNa

"He decidido que tengo miedo de haber elegido mal." Clementine

"Hoy me vieron la cara de pendeja, vil y gachamente... Odio que me pase, odio que le pase a los demás..." Gabriela

"Las calles carecen de un nombre que las identifique, el número de los edificios no guarda un orden correlativo y es inútil preguntar a alguien, ya que “saber” está considerado de mala educación y nadie te responde." María Dubón

"Justamente hoy que les miro desde el lado oscuro... y os puedo asegurar aunque no me creáis que sólo entonces me doy cuenta de que estoy reinterpretando mi realidad en clave mefistofélica...

Sin que venga a cuento, dejar constancia de que a veces miento sin recato." Schere

"Demos pues a las cosas su justa dimensión... Mandemos a la chingada las cosas que ni a putazos podemos cambiar." Ka!




Las palabras danzan en mi mente sin orden ni concierto, las revuelvo como fichas de un rompecabezas, mi rompecabezas, cojo una al azar, la muevo, la giro, finalmente la coloco, encajo el resto, para luego observar sin sorpresa que faltan fichas, seguramente todavía por venir.

Mientras tanto permitidme que os diga sin que venga a cuento que ahora os miento sin recato, hoy no llueve ni siquiera está nublado, y sí que tengo una idea clara en la cabeza, porque definitivamente odio que me pase a mí, y quiero que deje de pasarle a los demás, ya no me van a ver la cara. No pienso llorar nunca más sobre mis rodillas, sólo tengo miedo de equivocarme en la forma, de cometer un error de esos tontos que delatan, del tipo qué será mejor hervir los trozos, una vez cortados, como hago con el pollo, y así esperar que la carne se deshaga para dejar limpio el hueso, o triturar directamente. Es inútil preguntar, porque es de mala educación hablar de éstas cosas, todo el mundo las piensa pero pocos las comentan y menos las aceptan. Aunque el insomnio intente vencerme, no puedo permitir que el cansancio recorra mi cuerpo, el agotamiento es mal consejero y padre de los errores tontos. Debo tener claro el procedimiento y darle a las cosas su justa medida, ya que cualquier paso en falso también me delataría, he llegado a pensar que incluso soy yo la que debe estar desenfocada, y que veo todo en clave mefistofélica, y por ello soy la única que ve claramente sus gusanos. He asumido que mis mecanismos de defensa contra los recuerdos y las improntas vividas son inexistentes, y como otros tantos que escriben, me sirvo de la palabra escrita para exorcizar mis queridos fantasmas, y visto pues que las coincidencias no existen, entenderéis que tengo que aprovechar la oportunidad, no puedo dejarla escapar, y ahora si me disculpáis y muy a pesar del jodido calor que hace, tengo que cavar, tengo huesos que enterrar, salve comentar que oficialmente de cara a mi vecina, estoy replantando el jardín.




Objetivo: Perdonadme que hoy os robe las palabras, aparte del tiempo. Foto: la hice hace unos días, todas las mañanas Ton, a quien no conozco, ni me une ningún tipo de simpatía conocida aunque puede que sí alguna desconocida, cambia la frase casi a diario en un plafón abandonado, convirtiéndolo en un blog callejero por así llamarlo. Si algún día te parece tropezar y leerle, entonces es que estás en mi barrio, y puede que yo esté cerca, muy cerca.
Tiempo robado si has leído hasta aquí: Unos cinco minutillos de nada.

|

miércoles, junio 07, 2006

4:15 p. m. - klept0 barada nikto



Había encontrado el lugar perfecto, cargado con la energía inocente de los niños, tenía la vela blanca de forma andrógina, tenía el incienso con olor a lavanda para hacer el círculo de tierra alrededor de la figura, tenía una vela especial en color dorado centrado en mi objetivo, vino tinto para simular la sangre del sacrificio (si a la iglesia le había funcionado durante tantos años, para un ritualillo de estar por casa, sería perfecto), cerillas de madera para el fuego que todo lo limpia y purifica, el mp3 con la música que me llevaría a ese plano donde sólo visualizaría mi objetivo, y como una posesa bailaría en honor a la entidad escogida, una oración modificada y escrita de puño y letra para la ocasión, romero y una foto para que la entidad no tuviera dudas sobre el objetivo rociada de objetos dorados y de valor simbólico para el ritual, y como privilegiada que era viviría en primera persona el día y la hora escogidas por la bestia. La luna se encontraba en cuarto creciente, el estado ideal para a primera hora de la tarde llevarlo todo a cabo, lejos de lo que piensa la mayoría de la gente, las horas idóneas son al alba o entrada la tarde. Como bruixa exiliada de los aquelarres, por motivos meramente personales entre, llamémosle, la "Bruixa Mare" y yo (llevo muy mal el obedecer ciegamente a las autoridades de todo tipo), sólo esperaba el momento, y la hora oportunas. ¿Se podía pedir más?

Así me encontraba, esperando cuando me llama por teléfono Tequila Sunrise, para comentar sobre los preparativos de San Juan, emocionada le recuerdo que estamos a las vísperas del gran día, cuando Tequila Sunrise en un tono más bien de aburrida resignación, le argumenta, - pero si es un seis forzado, artificial del todo.

- ¿Ah si? - klept0 quien hasta el momento, apenas le había prestado atención a Tequila Sunrise mientras aguantaba el auricular, orgullosa como estaba de haber conseguido todos los elementos, en ese momento es todo oído.

- Sí claro, se te olvida el calendario romano, que incluyeron julio y restaron días a febrero para cuadrarlo, lo interesante sería calcular cuando realmente debería caer el día de la bestia, o si ya pasó.

- Ya... - Contesta klept0 pensando en cómo no había caído ella también en eso.

- Y eso sin contar con la numerología, que ciertamente es el día 6 del sexto mes, pero...

- ¿Pero? - Replica klept0 con la esperanza de encontrar algún punto flaco.

- Dos y seis son ocho, con lo que tampoco cuadra el año con el día de la bestia, en un sentido estricto.

- Claro. - Dice klept0, en un tono de abatimiento total, mirando con otros ojos todos los elementos, cómo había podido ser tan estúpida, de caer de bruces en otro invento comercial, tan brutal como celebrar las Navidades todos los veinticinco de diciembre.

- ¿Estás bien?, te noto un poco rara. - Le comenta Tequila Sunrise.

- Estoy perfectamente, ya te llamo yo mañana y acabamos de concretar lo de San Juan, que afortunadamente un solsticio, sigue siendo un solsticio.

Puede oír perfectamente cómo su amiga le ríe el comentario mientras se despide, sólo colgar klept0, se queda analizando la situación, la hora se acercaba y lo tenía todo preparado, pero... ¿cómo coño se anulaba un ritual?, después de haber montado toda la parafernalia, no era cuestión de desmontar, en plan aquí no ha pasado nada. Piensa, piensa, ¡PIENSA!, aquí su afición cinéfila le juega una mala pasada, recuerda que si sirvió para frenar al mismísimo Necronomicon, bien serviría para frenar o eliminar algo que sólo ha estado en tentativa, y si no recordaba mal klaatu hacía referencia al nombre, así que ni corta ni perezosa, justo cuando el reloj marcaban las seis de la tarde (en su zona horaria, que no en el planeta), pudo oírse elevando fuertemente éstas palabras al viento.


klept0 barada nikto


Y entonces hordas de muertos vivientes, ogros y zombies, fueron despertados de su letargo por klept0 y otros miserables que en diferentes partes del mundo habían osado a desafiar las fuerzas de las tinieblas. Pero eso es otra historia.





P.D.: La idea era publicarlo ayer 06/06/06, pero curiosamente blogger iba más que saturado a partir de las seis de la tarde, así que no tentaremos a la suerte y no cambiaremos las fechas manualmente aunque ello sea posible.



Objetivos: Esperaremos al solsticio para arreglar los desperfectos. Foto original mía como todas las que firmo con ©315517, de cuando jugaba a ser una de ellas.
Tiempo (maldito) si has leído hasta aquí: 3:33


|

jueves, junio 01, 2006

10:40 p. m. - Al son que tocan... ¡Y DICEN!


Foto: Orlando Lara, clicka en ella para ir a su web.



Ay pena, peniiita,
¡PEEENA! *

Eso es lo que da viendo la tele éstos días...

Ay, no hay que llorar,
que la vida es un carnaval.
Y es más bello vivir cantando.
Oh, oh, oh, ay, no hay que llorar,
que la vida es un carnaval.
Y las penas se van cantando.

Arriba la autoestima:

Más boniiita que ninguna.

Y así con la autoestima por las nubes, y como mala latina que soy (en lo que al son respecta), me he animao' y dicen:

Guajira, guantanamera,
Guantanamo
Guajira, guantanamera.
Yo soy un hombre sincero,
de donde crecen las palmas.
Y antes de morir yo quiero
cantar mis versos del alma.

Ay mamá, esto se ha puesto caliente,
no te vayas a meter, a jugar con la corriente.
Ay mamá, esto se ha puesto caliente,
porque subió mucha gente.
Ay mamá, esto se ha puesto caliente,
caliente, caliente, caliente, caliente.
Azúcar.
No hay cama pa' tanta gente.

Ay mamita que pachanga,
Ay qué pachangaaa,
Señores qué pachanga
Me voy pa’ pachanga.

Babaluuu,
Babalu aye,
Babalu aaaye,
Son los negros de la mapeyé que a la rumba te llaman...


Objetivos: Practicando la memoria mp3 a lo Ka!, en una autosugestión zorpiliana ^_´. Recordando con dignidad que es lo más difícil de conseguir y mantener, a Rocío Durcal, Celia Cruz, Tito Puente y el Gran Combo. ¡Azúuucar!
Tiempo (cantando) si has leído hasta aquí: Más del que me gustaría...

*Actualización 2/06/06: Nótese la ironía en mis palabras, y el doble sentido que acompañan los versos seleccionados, por el tratamiento que se la ha dado a la noticia, un tanto desmesurado.

|

© 2005-13