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Todo lo que no es nuestro, prometemos haberlo robado. 

lunes, diciembre 09, 2013

9:46 p. m. - Cuando el verso tropezó con la prosa.

Banda sonora recomendada para leer el post: ebtg - Another Bridge:

"Can I still count you as a friend...
A word from out of the blue
Reminds me how much I once needed you
Oh, but that's all in the past now
So much that I can scarcely remember how
"




A veces los ejercicios literarios se esconden tras portales ambigüos, sed cautos y que no os despisten los nicks vulgares y corrientes, cuando simplemente se trata de dejarse llevar por la inspiración del momento. Nada personal. Evocador tan solo:

De la Reina Mora.

Ayer escuché en vivo a un grupo de Burkina Faso: un Djembe y un Balafón. ¡Qué fantástica combinación!... El balafón se me antoja casi como un murmullo de mar, de cantinela de caracolas, ininteligible pero familiar. Algún día quiero aprender a arrancarle ese murmullo, esa súplica de un mar más azul, más índigo. Y sumergirme en él para perderme y encontrarme después... Como si nunca me hubiera ido, como si nunca me hubiera perdido.  

Desde Valencia.

No soy uno más
en la lista de tus amores perdidos.
Tu aliento en mi nunca cansada,
tus manos que me acarician,
tu piel en la mía desgarrada,
tus secretos en mis oídos,
no los siento.
Soy quien calma tu sed,
el soplo que inhala tu pecho
y el latido de tu corazón lento.


De la Reina Mora.

Si me lo preguntases... Preferiría ser yo quien notara tu aliento en mi nuca, no quiero hablar de secretos, ni de amores que ya no lo son. Prefiero pensar que serás el palmeral donde me refugiaré del desierto. Y las arenas cautivas en relojes de cristal, serán las crueles que dirán cuánto tiempo juntos, podremos estar.   

Desde Valencia.

Muéstrame
el álbum de tu vida,
las cosas menudas
y las palabras nunca escritas,
hazme compañero
de tus recuerdos. 


De la Reina Mora.

El álbum de mi vida quedó obsoleto en páginas engomadas anilladas por siempre a carpetas con aros metálicos, que acumulan polvo en estanterías, que ni siquiera yo que soy la protagonista, quiero volver a visitar.

Es cierto que están repletos de cosas ahora menudas, pero que fueron harto importantes y vitales. Son esas cosas menudas las que me han convertido en la persona que soy hoy. Soy mi versión 2.0 y busco compañeros para mi ahora, el pasado me trajo hasta aquí y mi ahora no para de trazar mi futuro.  


Desde Valencia.

Quiero invadir
cada pliegue de tus labios,
nadar
dentro de las manchas de tus iris,
pegar
mi piel a la tuya
como un velcro de amor, sexo, lujuria
y gozar
de los vaivenes de nuestros pensamientos,
mientras tú me miras
y yo te admiro
sin contemplaciones,
sin desperdicios. 


De la Reina Mora.

El amor es para los necios.

Donde esté el deseo que devora, que provoca fiebres internas y viajes astrales en busca del cuerpo del deseo. Es ahí donde tu cuerpo pedirá volver... Porque si hay algo que deleita hasta humedecer los labios mayores es... Que nos digan que nos desean.
 
 


Desde Valencia.

Por mis más serias convicciones,
quiero poseer el derecho
de conocerte
y el deber
de quererte,
hasta que tus ojos dejen de mirarme
y mi corazón esté partido
sólo por ti. 


De la Reina Mora.

Nuestras convicciones son sólo eso, nuestras propias leyes para moderar nuestra cordura en un mundo lleno de convicciones ajenas.

En cambio la posesión, es el camino directo a la locura. A la pérdida de todo razocinio o convicción. El objeto de deseo siempre pide ser poseído.


Desde Valencia.

Quiero obtener de ti lo que desees compartir conmigo, hacerte más grande de lo que eres, que no me pidas nada porque ya lo obtienes de mi; olerte y adivinarte sin verte, saber qué quieres sin decirme nada. 

De la Reina Mora.

Verme, ya me puedes intuír y si tienes a mano en la cocina: canela, clavo de olor y gengibre... Podrás olerme, son los ingredientes del perfume que llevo siempre. 



Objetivos: Los ejercicios literarios están ahí, a la vuelta de la esquina. Se esconden tras portales y nicks algo vulgares. Evocar emociones, olores, sensaciones.
Tiempo robado en ejercicios literarios si has leído hasta aquí: Puede que un par de días...     


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