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Todo lo que no es nuestro, prometemos haberlo robado. 

viernes, agosto 07, 2009

3:31 p. m. - Dos inviernos y dos veranos.

Foto del Caganer, la figura más representativa del pesebre catalán. Clicka en ella para ir a la web.


Ahí tiene bien colocaditas todas las figuras del pesebre, el papel que imita el cielo estrellado, donde reina brillante la más grande de ellas, de cartulina recubierta de purpurina plateada, que sirve de guía a los tres reyes magos. Las luces de colores tintineantes. Todo perfecto.


Es un rollo eso de quitar el polvo, ahora que ya tiene educada a la perra, que por cierto es de él pero que ella cuida como suya, para que no se acerque, y deje pelos o en el peor de los casos embabe alguna figurita. Los observa impasibles, hacendosos, engalanados, diligentes, cumpliendo promesas de buenaventura y un futuro dichoso.

Por eso precisamente, por un futuro dichoso, ella igual que habían hecho su madre y la madre de su madre, había decidido dejarlas ahí reinando en la mesilla esquinera, aunque afuera en la calle reinara el calor más absoluto como es normal durante el mes de agosto, y las navidades como concepto estético para los demás, estuvieran más que pasadas. Y ahí seguirían cumpliendo la promesa de permanencia, hasta que él volviera.

La gente siempre disimula mal, cuando al entrar en una casa, ve algún adorno a destiempo: fotos de primera comunión tamaño XL, cuando el niño en cuestión ya es un adulto XL o como en el caso que nos ocupa ve un pesebre en verano. Y su casa no era la excepción, pero lo que desconocían quienes fortuitamente se arriesgaban a comentarlo, era que el pesebre llevaba ahí exactamente dos inviernos y dos veranos, y ahí seguirá hasta que él vuelva, pero no físicamente, que ya se le había presentado en alguna ocasión, sino que "vuelva a ser el de antes", que vuelva a ser
su niño.


Objetivos:
Cada uno mide el plazo de una promesa como mejor le parece, utilizando los indicadores que para ello crea oportuno, pero las promesas inalcanzables como consecuencia del autoengaño, son simplemente eso, estrellas en papel estrellado.
Tiempo robado si has leído hasta aquí:
Dos inviernos y dos veranos.

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