He preparado un viaje de doce días, durante los últimos quince días de octubre, la reentrée me ha tomado doce días más. Un viaje que ha quedado grabado en mi retina como una road movie en toda regla, con todos los ingredientes: incidente inesperado durante las primeras 24h (del tipo te reirás de esto luego cuando lo expliques en casa, y vaya si nos hemos reído), reunión de alta carga emocional después de dos años, sitios acogedores, lugares inolvidables, paisajes relajantes de perfectos colores otoñales en la gama de ocres y verdes, vacas, árboles forrados de musgo en sus troncos, ovejas, más árboles, más vacas, más ovejas, todo ello salpimentado de castillos con rocas erosionadas por la sangre ahí vertida a lo largo de la historia, acantilados vertiginosos y poblados de vientos susurrantes pero no envolventes sino más bien traviesos, juguetones que te empujan a acariciar el vacío, te invitan a subir por escaleras hexagonales pero no te prometen el cielo, el mismo cielo que nos acogió de manera cálida sin prodigar contra todo pronóstico ni una gota de lluvia durante los doce días. You are lucky, - me dijo la joven de ojos rasgados mientras me servía la bebida y mirándome de medio lado con una sonrisa en su cara agregó- you know it.
Y realmente así me sentí al,
Norte: Trepar por los escalones del Giant Causeway.
Sur: Ver el amanecer desde el puerto de pescadores de Castletownshend, sin tener que abandonar las sábanas para ello, estando en la habitación de Los Dean del Castillo de los Townshend.
Este: Descubrir Avoca y sus montañas, que nos condujeron sinuosas hasta Sally.
Oeste: Contemplar los acantilados de Moher, y sentir sus vientos susurrantes consiguieron que por un momento creyera ver a Hitcliff o al menos oír su nombre…
¿Ella?... sí, estaba guapísima, es odioso no poder describirlo de otra manera sin caer en el tópico, seguramente ha sido la novia más guapa que he visto en mi vida y por Dios que hasta yo la hubiera tomado por esposa. ¿Quién puede negar la belleza de un brocado en color champagne con tintineantes brillantes cosidos a modo de ladrones de destellos de luz? ¿Quién puede negar la belleza de unos hombros desnudos en una soleada mañana de otoño? ¿Quién puede evitar dejarse llevar por la algarabía de la hospitalidad sincera? Seguramente ha sido la novia más guapa que he visto en mi vida.
Cuando llegando al final del viaje quise retenerlo en vano, que el tiempo se detuviera, hice eso que todos hacemos, apropiarme de algún tesoro que devuelta en casa tuviera el poder de llevarme hasta sus abruptas costas, sus vacas, sus montañas, sus ovejas. Y mientras capturaba tréboles de la suerte en lágrimas de cristal y hacía ofrendas de caracolas del mar del norte al mar del sur en Drombeg, sentí la dicha de haber cumplido una promesa, un sueño.
Objetivos: Justo el día 31 de octubre el último e-mail que leía antes de salir hacia el aeropuerto era uno que me explicaba qué significaba Hallowthanksma, no pensé que lo viviría sólo aterrizar en my own green and sunny Ireland.
Hace unas semanas atrás me comentaban que la vida es como un spot de tv, muy corta, llena de mentiras y al final no sabes lo que querían venderte… y puedo deciros que mis vacaciones han sido cortas y que pronto espero seguir contando mentiras, de esas que contamos todos para intentar vendernos y seguir viviendo con nosotros mismos.
Tiempo (capturando ideas con aromas celtas) si has leído hasta aquí: Menos del que tardas en disfrutar una Guiness. Gary, tenías razón, “it’s not the same”.
Y realmente así me sentí al,
Norte: Trepar por los escalones del Giant Causeway.
Sur: Ver el amanecer desde el puerto de pescadores de Castletownshend, sin tener que abandonar las sábanas para ello, estando en la habitación de Los Dean del Castillo de los Townshend.
Este: Descubrir Avoca y sus montañas, que nos condujeron sinuosas hasta Sally.
Oeste: Contemplar los acantilados de Moher, y sentir sus vientos susurrantes consiguieron que por un momento creyera ver a Hitcliff o al menos oír su nombre…
¿Ella?... sí, estaba guapísima, es odioso no poder describirlo de otra manera sin caer en el tópico, seguramente ha sido la novia más guapa que he visto en mi vida y por Dios que hasta yo la hubiera tomado por esposa. ¿Quién puede negar la belleza de un brocado en color champagne con tintineantes brillantes cosidos a modo de ladrones de destellos de luz? ¿Quién puede negar la belleza de unos hombros desnudos en una soleada mañana de otoño? ¿Quién puede evitar dejarse llevar por la algarabía de la hospitalidad sincera? Seguramente ha sido la novia más guapa que he visto en mi vida.
Cuando llegando al final del viaje quise retenerlo en vano, que el tiempo se detuviera, hice eso que todos hacemos, apropiarme de algún tesoro que devuelta en casa tuviera el poder de llevarme hasta sus abruptas costas, sus vacas, sus montañas, sus ovejas. Y mientras capturaba tréboles de la suerte en lágrimas de cristal y hacía ofrendas de caracolas del mar del norte al mar del sur en Drombeg, sentí la dicha de haber cumplido una promesa, un sueño.
Objetivos: Justo el día 31 de octubre el último e-mail que leía antes de salir hacia el aeropuerto era uno que me explicaba qué significaba Hallowthanksma, no pensé que lo viviría sólo aterrizar en my own green and sunny Ireland.
Hace unas semanas atrás me comentaban que la vida es como un spot de tv, muy corta, llena de mentiras y al final no sabes lo que querían venderte… y puedo deciros que mis vacaciones han sido cortas y que pronto espero seguir contando mentiras, de esas que contamos todos para intentar vendernos y seguir viviendo con nosotros mismos.
Tiempo (capturando ideas con aromas celtas) si has leído hasta aquí: Menos del que tardas en disfrutar una Guiness. Gary, tenías razón, “it’s not the same”.
