<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d15196203\x26blogName\x3dklept%C3%98\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://klept0.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://klept0.blogspot.com/\x26vt\x3d70975121274733012', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>
kleptØ

Todo lo que no es nuestro, prometemos haberlo robado. 

martes, agosto 08, 2006

7:15 p. m. - Nº 4


ÉL


Al principio intenté llevar un control de los días que llevaba aquí encerrado con lo único que tenía a mano, mis propias heces, pero esa matrona que me cambia la avena que me dan como único alimento se entretiene limpiando las señales que dejo, casi que diría que se divierte con ello, últimamente incluso hasta canta cuando lo hace, yo intento ignorarla en mi rincón.

He intentado escapar, me he abalanzado contra ella, pensé que la pillaría desprevenida, pero lo único que he conseguido ha sido perder un trozo de epidermis, y además me sangra la boca, la muy cabrona se ha abalanzado contra mí y con un solo brazo me ha reducido, en realidad le ha bastado con una mano. No contaba con su fuerza, pero le he mordido, ella también se ha llevado un souvenir.

No sé ni cómo he podido aguantarlo ha sido horrible y denigrante, me ha sujetado e inmovilizado mientras intentaba ahogarme con la papilla de lo que quedaba de mi primo muerto, me resistí con todas mis fuerzas, empujando todo lo que me permitían mis piernas, pero finalmente lo he engullido, mientras ella intentaba justificarse diciéndome que no comía suficiente avena, y entonces me ha echado encima al perro, pero a él sí que le he mordido.

La resignación me ha vencido, me han puesto una anilla para que me ejercite se deben pensar que soy un “piolín”... oigo a los confinados en otras celdas a través de la ventana que tengo enfrente, algunos me dicen que no pasa nada que ellos están casi más cómodos dentro que fuera, sin frío ni calor, sin el frío del trabajo del día a día y preocuparse por lo que han de comer, sin el calor de la compañía. Pero yo les contesto que aunque ella insista en llamarme número cuatro, yo se que mi nombre y mi destino en esta vida es otro muy distinto.



ELLA


Lo primero que hago al levantarme es limpiar la jaula, se empeña en ir marcando todo con sus cacas, pero se lo dejo todo limpio, blanco e impoluto, le coloco el agua y la avena. Intento animarle cantando, pero se limita a mirarme desde el rincón.

Estoy preocupada, hoy se ha lanzado hacia mi mano, ha intentado morderme (si eso es posible), pero para lo único que ha servido es para que perdiera más plumas y se hiriera en el pico. Pobrecito.

He comprobado que apenas había comido avena, y lo he cogido con la mano, me ha costado lo mío y lo he llevado a la cocina donde tenía preparada la papilla sabor pollo y un cuenta gotas, ha intentado zafarse de mi mano empujando con sus diminutas patitas, pero al final ha tragado un poquito, y el perro chafardero ha venido a olisquear lo que sujetaba en la mano, cuando ha descubierto su cabecita por encima de mi puño, ha intentado lamerlo, ¿él?, se debe pensar que es un cocodrilo porque ha intentado morderle, ¡es tan mono!

Parece que se va acostumbrando, lo veo como más gordito y calvo, sin plumas vaya, pero al menos está comiendo, esquiva la anilla pero no se puede tener todo... justo cuando pensaba que éste año ya no me caería ninguno, apareció él huyendo sin norte, durante tres años consecutivos me encontré uno en la terraza, perdido, desorientado, nunca había tenido nada parecido antes. El primero lo encontró el perro antes que yo y murió desangrado de la herida que le produjeron sus mandíbulas, el segundo murió de frío, y el tercero murió picoteado por otros congéneres, no se deben dejar en la terraza sin vigilancia alguna, ¿éste?... espero que sobreviva, de momento es el ocellet* nº4.



Objetivos: Hoy hace dos semanas que vive conmigo y es mi invitado de verano, no se cuánto más sobrevivirá el pequeño gorrión, pero cada día es un regalo.
*Ocellet: pajarito en catalán.
Tiempo robado si has leído hasta aquí: 2:40


Anonymous Anónimo confesó...

me encanta esta historia, yo tambien tengo un invitado de verano, pero este tiene fecha de regreso, lastima. y tambien me gustaria saber que se le pasa por esa cabezota cuando me mira o me ignora o me marcho, este invitado se llama zyon me saca de paseo tres veces al dia y no me deja dormir bien por las noches, intenta comerse mi comida, no tiene bastante con la suya, y ha decido que los ambientadores son inutiles, mejor su olor a perro, alfombra para que ...ya esta todo el piso de una capa blanca de pelos y cuando lo barro juguetea con ellos, como si yo no tuviese bastante con barrer tres veces al dia....me temo que esto puede convertirse en una larga charla con muchas risas....
bechos wuapa  


Anonymous Anónimo confesó...

Jajajajajaja, Ilne... así que ya tienes a Zyon contigo, así son ellos imponen su voluntad y uno intenta en vano adiestrarlos.

¡Y cómo lo echarás de menos cuando lo devuelvas!, ya verás, ya...

Besos wapa... Ö_Ö  


Anonymous Anónimo confesó...

Las mascotas y las historias que se tejen en su entorno nunca dejarán de sorprenderme.

Muy buena narración, tanto del lado del pajarito como de la señora de la casa.

Saludos con destino.

El Zórpilo.  


Blogger Maz confesó...

Pues espero que salga adelante el invitado número 4.
La historia me ha recordado a cuando era pequeña, que recogía todo cuanto bicho herido o enfermo me encontraba por la calle. En casa tuvimos desde murciélagos a aguiluchos, becadas, cuervos, todo tipo de insectos y una buena variedad de mamíferos.
¡Ais, qué recuerdos me trae!  


Blogger Mike confesó...

Que triste es un ave enjaulada... por más buena voluntad que exista en quien la atienda... una ave vive y muere en el aire, tarde o temprano... pero libre.  


Anonymous Anónimo confesó...

Zórpilo a mi lo que no deja de sorprenderme es que todo lo intentamos razonar cuando ellos simplemente se guían por el instinto, ¿en qué momento lo perdimos?... Ô_Ô

Maz yo nunca tuve mascotas de pequeña, de ningún tipo, así que cuando salía a jugar me hice experta cazadora de lagartijas, saltamontes y luciérnagas. O_o

Mike es una cría de gorrión caída del nido, que cumpliría muy bien en la cadena alimenticia como comida instantánea para gatos o malditos roedores urbanos (ratas), la idea es conseguir que sobreviva lo suficiente para que renueve sus alitas y dejarle libre... ^_´  


Blogger ka! confesó...

Finalmente no hay q ser tan fatalista y verlo como un "ave enajaulada" sino una mujer con buena voluntad que ha dedicado parte de su tiempo y vida para cuidar de un "ocellet"..

Creo que es cuestión de enfoques...que al final imagino que es el sentido de la historia..

Becho Vanilla..
Atte.

Ka!cellet....rondando peligrosamente a una nueva anilla...perdón..terraza...  


Anonymous Anónimo confesó...

Jajajaja Ka!cellet, todo es una cuestión de enfoques en esta vida, y más si es por una anilla...

Bechos vainilla, ^_´  


Blogger Gacela confesó...

Yo también espero que nº 4 salga adelante...

Y me ha gustado la historia, verlo a través de los ojos del ocellet. La última frase me ha recordado a "El viaje de Chihiro", lo de que mientras recuerde su nombre verdadero tiene esperanza...

...pero en realidad también prefiero verlo como un nuevo hogar más que una jaula, y una nueva oportunidad de la mano de una muchacha buena :-)  


Anonymous Anónimo confesó...

¡Gacela!, qué ilu volver a leerte... gracias. El ocellet acaba de cumplir tres semanas y cada día me recuerda más a una piraña con alas, lo que creo que es una buena señal.
Hace tiempo que ví Chihiro y no recuerdo la frase que mencionas, pero sin lugar a dudas es un anime precioso, tengo que volver a verlo un día de estos. ª_ª  


Publicar un comentario

© 2005-13