<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d15196203\x26blogName\x3dklept%C3%98\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://klept0.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://klept0.blogspot.com/\x26vt\x3d70975121274733012', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>
kleptØ

Todo lo que no es nuestro, prometemos haberlo robado. 

martes, marzo 21, 2006

6:26 p. m. - Entrenando.


Estuve entrenando mentalmente todo lo que le iba a decir, iba a ser tajante y directa, definitivamente no nos podía tratar como si fuéramos nosotros una de esas niñas a las que maltrata sicológicamente por trabajar con ella y paga como a becarias. Le recordaría, eso sí de una manera simpática, que no se muerde la mano de quien te da de comer, que yo, mejor dicho nosotros no éramos unos alumnos a quien regaña sin más por no hacer el pedido con más de 48 h. de antelación, le recordaría que tal como está el patio, a ver quién era el guapo que podía decir qué le pedía con tanta antelación, y lo resumiría todo en la palabra clientes, pero no cualquier tipo de clientes sino con antigüedad de cinco años, eso tendría que pesar, de hecho es más tiempo del que he trabajado para nadie.

Cogí el teléfono, pulse el botón de marcación rápida, es lo que tienen éstos trastos el impulso lo secundan con un solo botón, espero el tono, cuento uno, dos, y al tercero me lo coge una de las niñas.

- Somos la leche, dígame.

Hace tiempo que quiero decirles que esta moda de poner nombres cachondos porque nos dedicamos al sector del entretenimiento me trastoca, que ya estoy hartita de leer en mi contabilidad proveedores con el nombre de Sofas Experiences S.L., cuando apenas toco mi propio sofá, y de leer Amiguetes Entertainment, cuando cada vez tengo un amiguete de menos, pero en lugar de ello mi mente febril está pensando en gastarle una bromita fuera de tono a la niña, cosa que en el último momento queda en un simple, – hola buenas tardes, quisiera hablar con Alba.

- ¿Quién le digo que llama? – Responde la niña.

- Dile que llama Lisa, soy el cliente nº 636. – Contesto enfatizando la palabra cliente, que se note.

Me colocan la consabida música de espera, perteneciente sin lugar a dudas a un aparato de última generación vintage, y pienso así se hacen las pelas, rectifico mentalmente y me digo que ahora son euros, tengo que desterrar estos vestigios que me hacen un poco más carca cada día. La música sufre una interrupción brusca en su segunda repetición, - perdona Alba no está en este momento, ¿quieres dejar un mensaje?.

Hubiera vomitado literalmente en ese momento mil palabras por minuto, todas ellas para decirle a la niña adiestrada que sabía perfectamente que mentía, que seguro que Alba estaba a su lado, y que podía olerla. Pero dije, - Sí dile que le ha llamado Lisa y que soy el cliente nº 636, que estaré toda la tarde en la tienda, por si puede devolverme la llamada.

- ¿Alicia? – Pregunta la niña.

- No, no soy Alicia en el País de las Maravillas, soy LISA, ele, i, ese, a. – Aquí el tono ha dejado de ser amable totalmente.

- Vale. – Contesta la niña adiestrada.

- Adios y buenas tardes. – Procedo a colgar sin esperar apenas a que adiestrada lo haga a su vez.
Me entretengo con cualquier cosa, mientras espero que Alba se digne a llamarme, van entrando los clientes, que si Carmen se ha despedido de su trabajo porque su jefa una aficionada acérrima a la silicona, le ha dicho que verla le hacía recordar a Aída, pero no la del concurso de los grandes hermanos sino a la de Siete Vidas, y Carmen se ha callado, incluso le ha medio sonreído la gracia, y se ha aguantado de replicar que a ella cada vez que la ve le recuerda a la Ana Obregón, y no precisamente por lo de bióloga. Que si José está pendiente del último casting, que seguro que será el definitivo, pero mientras se ha metido en una empresa de estas modernas, que se adaptan a los cambios como nadie, un call center me ha dicho que se llama, donde después de un exhaustivo training de nada más y nada menos media hora, le han colocado unos auriculares estéreo, eso sí y un micro a juego, le han abierto las líneas telefónicas, y como si de gladiadores a la arena se tratase, lo mismito con leones y todo, porque hay que ver lo que ruge la gente cuando llama a atención al cliente. José está un poco aturdido porque en el training básicamente le han dicho que toque el botón rojo del panel, cuando la persona al otro lado de la línea mencione la palabra “baja”, cuantas menos veces pulse el botón, mejor serán sus incentivos. En eso ha entrado uno trajeado, “es usted la encargada de la tienda”, yo que cortésmente le contesto, “gracias pero no estamos interesados en comprar nada”, ingenuo me contesta, “¿cómo sabía que iba a venderle algo?”, a lo que le contesto con una sonrisa amplia donde las haya, “fácil, porque no ha dicho buenas tardes, y ha dado por sentado que yo no soy la encargada”, el trajeado sale con el entrecejo fruncido.

Suena el teléfono, lo descuelgo vivaz, y me sale un tono de fax, cuelgo. Y sigo viendo el desfile de mi gente cotidiana, de mi rutina diaria, con sus miserias, con sus alegrías. Vuelve a sonar el teléfono, al otro lado identifico claramente a Alba, su voz tiene un suave tono aterciopelado fingido, - hola Lisa, soy Alba.

- Hola Alba, buenas tardes, que me ha comentado Jorge que te ha sentado mal que hiciéramos el pedido con escasas veinticuatro horas de antelación. - Le contesto con el mismo tono aterciopelado.

- Tranquila, sabes qué pasa, que hoy he entrado antes a trabajar y las cosas no estaban como tenían que estar y me he puesto de mal humor, y encima cuando ha venido Jorge había otro cliente, que es súper pesado, pero para nada tiene que ver con vosotros, ya sabes que si se puede, se puede, sin ningún problema. ¿Y para eso me llamas?

Su tono jovial es exasperante, pero ella también conoce las reglas, y también sabe mentir, - pues sí, pero me alegro de que no sea nada, mira seguro que para la próxima semana te sorprendo.


Lisa sonríe abiertamente, y escucha como Alba hace lo propio al otro lado, y se despiden muy correctas ellas.




Objetivos: Lo cortés no quita lo valiente, de toda la vida. (Aclaración para los machos dominantes lectores: no, no teníamos la regla). Clicka sobre el gif animado para ver éste y una tonelada más.
Tiempo robado si has leído hasta aquí: 3:59


Blogger DesiTur confesó...

Lo que más me gusta de tus relatos es que siempre los empiezas "por el medio". No sigues el esquema típico de presentación - nudo - desenlace, no, tú empiezas ya por el nudo y, si puede ser, por donde el nudo está más embrollado :))) Con esto tus relatos siempre tienen más dimensiones de lo normal, los vives con una mayor sensación de realidad. Por lo menos es lo que me pasa a mí...

Ay, esos trabajos mal pagados. Pobres comerciales, pobres muchachuelas y muchachuelos al otro lado del hilo telefónico... algunos trabajos son sangrantes. Por cierto, en cuanto a lo de estar adiestrada para dar determinadas respuestas por teléfono, aún recuerdo al profesor del cursillo de Protocolo, que nos insistía en que no hay que mentir nunca al que llama. Y las asistentes, secretarias todas, saltaban ante esto: muy bonita la teoría pero la práctica es otra historia. ¡Las conclusiones del profesor venían a ser que entonces una (simple) secretaria debía "reprender" a su propio jefe! Bueno, no reprenderle, pero sí darle a entender algo así como "Malo, señor Pérez, muy malo usted queriendo excusarse con que está reunido; ande ande, póngase al teléfono y déjese de tonterías, venga, que le paso al señor Gutiérrez..."

Que Lisa sorprenda a Alba. Que la sorprenda a base de bien... los que no tenemos redaños para hacerlo la admiraremos :)

(Me parece que en el último párrafo ha habido un lapsus en cuanto al narrador... )  


Anonymous Anónimo confesó...

Ah, y es una pena que los gifs animados no funcionen en Blogger. Yo lo intenté alguna vez, pero nada :(  


Anonymous Anónimo confesó...

Sí ya me he dado cuenta de que el gif era todo menos animado con Blogger, qué se le va a hacer... anda que a tu profe de Protocolo ya le vale, lo que insinúa es causa de despido más que justificada, y sí, hoy en día más de uno y más de dos, tienen que hacerse pasar por "adiestrados", es lo que hay.

Ilne me regaló para mi cumple un libro sobre técnicas de escritura, nada muy básico, pero que es lo primero que leo sobre tramas, curvas dramáticas, estrategias y enfoques. Eso y muchos de tus comentarios han hecho que me percate de cómo escribo realmente, te puedo decir que es tal como me sale.

Es cierto que por ejemplo, las pelis que más me gustan son las que aparentemente empiezan por el final, y que son más bien corales, porque la vida misma es así, tú no te despiertas y dices hoy empiezo otro capítulo de mi vida, en todo caso se es consciente de un cambio laboral o de domicilio, pero que pueden ser cambios dentro de una misma etapa, o determinantes de la misma.

(Y no pillo el lapsus... ¿?... alguna pista?) Ô_Ô  


Anonymous Anónimo confesó...

(Lo he vuelto a releer y me ha parecido que sí efectivamente había un guión dando "voz" a un comentario de situación, lo he modificado, supongo que era eso. Gracias, wapa.) ª_ª  


Anonymous Anónimo confesó...

En realidad me refería a que a lo largo de todo el relato has estado utilizando la primera persona, como si tú fueras Lisa, mientras que al final... "Lisa sonríe abiertamente, y escucha como Alba hace lo propio al otro lado, y se despiden muy correctas ellas."

La verdad es que el cambio de persona ya al final choca un poco. Puede hacerse, claro, pero... bueno, yo no sé nada de técnicas, claro, sin embargo me ha dado la sensación de que era un error. Si el ultimísimo párrafo lleva cambio de persona, tal vez deberías de separarlo más del resto (separarlo físicamente, con intros o incluso algún asterisco), para que la diferencia sea más evidente.

En fin, hablo de mis sensaciones :) Ya me contarás.

Si las pelis que más te gustan son las que empiezan aparentemente por el final, con Memento Mori habrás orgasmeado a gusto ;)  


Anonymous Anónimo confesó...

El cambio incluso empieza antes: "Su tono jovial es exasperante, pero ELLA también conoce las reglas, y también SABE mentir, - pues sí, pero me alegro de que no sea nada, mira seguro que para la próxima semana te sorprendo".

Cambias la persona justo en medio de una acción. Un segundo antes era YO, sin transición alguna pasa a ser ELLA...

Bueno, a lo mejor era tu intención. Lo dicho, ya me contarás :)  


Anonymous Anónimo confesó...

Tienes razón, no sabría decirte si ésa era mi intención, soy consciente de que a veces cambio la voz narrativa, y a veces me he planteado si es violento o no el cambio, claro que en relatos tan cortos, tampoco llega a ser vinculante en la trama, así que me parece una buena opción lo que comentas de los espacios físicos, para diferenciarlas. ¡Gracias otra vez! ª_ª  


Blogger ka! confesó...

Wow!...Dios, esta vez la lectura me llevó demasiado deprisa, confieso hubo que leerla un par de veces..

Me gustó mucho Klept..gracias por poner a funcionar mis neuronitas este día..
Becho!  


Anonymous Anónimo confesó...

Ya ves Ka!, gracias a ti por dedicarme siempre unos minutitos, bechos para ti también. Ö_Ö  


Blogger Maz confesó...

Puff, estas cosas de teléfonos siempre me recuerdan a cuando estaba de encargada por las tardes en un Pizza Móvil. Pero claro, yo al final acababa tratando a los clientes como me salía, y alguna que otra vez tuve que montarme alguna historia ante clientes mosqueados que llamaban al S.A.C. para quejarse (claro que como siempre eran clientes que tenían de todo menos razón, siempre me salía con la mía XD).
Si es que yo no valgo para "entrenada"... ^_^  


Anonymous Anónimo confesó...

Maz, tienes que escribirnos alguna anécdota de tu época pizzera!, que tienen que ser la pera, a mí me han llegado a explicar cada cosa, si es que el mundo de las telecomunicaciones dan muuucho juego... ª_ª  


Anonymous Anónimo confesó...

Ah!, y si te sirve de algo, yo tengo de entrenada lo mismo que de sirena... º_º  


Publicar un comentario

© 2005-13