<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d15196203\x26blogName\x3dklept%C3%98\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://klept0.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://klept0.blogspot.com/\x26vt\x3d70975121274733012', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe", messageHandlersFilter: gapi.iframes.CROSS_ORIGIN_IFRAMES_FILTER, messageHandlers: { 'blogger-ping': function() {} } }); } }); </script>
kleptØ

Todo lo que no es nuestro, prometemos haberlo robado. 

jueves, marzo 16, 2006

9:18 p. m. - BROMA MACABRA

Aviso al lector advenedizo: estás a punto de leer la segunda parte de la primera parte que fue publicado en el post de ayer.


¡Qué clase de broma macabra era aquella!, no podía ser cierto, notaba mi propia presión arterial en la cuenca de mis ojos. Ante ellos se hallaba un sarcófago, pero no era un ataúd común y corriente, ¡NO!. Era un sarcófago de plata, cuyo brillo se intensificaba con la luz de la luna, otorgándole un brillo fulgurante en la oscuridad, casi cegador; seguí retrocediendo presa del pánico que la impresión me había causado; pero a quién se le había podido ocurrir enviarme algo así... alterada fuí al botiquín del baño, me lavé los dedos sangrantes, y me tomé un par de aspirinas, casi me ahogo bebiendo agua, tenía que serenarme, y tomar las cosas con calma. Regresé al pasillo, me armé de valor, del poco que me quedaba, y pude apreciar una serie de dibujos repujados, seguramente a mano, sobre la superficie del sarcófago, junto con unos mensajes escritos en una lengua que no era capaz de relacionar con algo conocido, pero que extrañamente me parecía familiar, incluso inteligible, como si hubiera estado esperando su reencuentro; me acerqué un poco más para acariciarlo con la punta de los dedos, manchándolo con gotas de mi sangre que calentaban su tacto frío y electrizante, volví a sentir que no estaba sola, pero lejos de parecerme monstruoso, me parecía hermoso, libido.


Levanté la tapa del sarcófago lentamente debido a su peso, y me quedé atónita ante la visión que se me presentaba, su interior estaba totalmente forrado de un terciopelo rojo sangre, oscuro pero lleno de vida, vida eterna, pensé; una almohadilla de seda blanca inmaculada, cuyo borde ostentaba un escrupuloso encaje del mismo blanco impoluto, aseguraba el descanso de la afortunada testa hasta la fulminante hora del juicio final. Daba la sensación de ser comfortable en su interior, incluso cálido. Me faltó tiempo para quedar sentada en su interior, una fuerza extraña pero dulce me atraía, era como ultrajar con mi persona, aquel cubículo de plata, cuyo interior rojo sangre contrastaba sobremanera, con mi camisón de sublimes transparencias blanquecinas. Me sentía embriagada en el éxtasis más profundo, había vencido mis instintos más primarios de salvaguarda y me encontraba jubilosa, disfrutando de un placer mortífero, pero fascinante; yo dominaba la situación, ahí tendida bajo el reflejo de la luna sobre la plata, aquel rojo intenso era vida que me invadía, cual ágil flujo de savia por todo mi ser, era simplemente sensual, sin darme cuenta me recliné totalmente, extasiada como estaba cerré los ojos y me dejé llevar por mis sentimientos fugaces y pérfidos; la luna era testigo furtivo de la enajenación de la que era objeto, donde aquella sensación de que no estaba sola se materializaba y se entregaba a mí en cuerpo y alma, bueno en alma seguro. Divagaba en los brazos de mi amante y me estremecía el pensar que mancillábamos aquel sarcófago de plata con nuestra entrega mística.

Abandonada como estaba, a un cúmulo de sensaciones sin igual, sentí una corriente de aire muy fuerte y fría, recuerdo haber visto a la luna como si sonriera burlona y de repente... ¡ZAS!, la tapa del sarcófago se había cerrado. Un grito ahogado y desgarrador escapó de mi garganta, mientras un sudor frío y viscoso recorría todo mi cuerpo, me encontraba atrapada como un ratón en su madriguera, mis uñas empezaron a rasgar salvajemente aquel terciopelo que ahora era más rojo e intenso que nunca, como si se alimentara de la sangre que brotaba de mis dedos, en un intento vago y mortal de abrir la pesada tapa. No había nada que hacer estaba cerrado herméticamente, poco a poco empecé a sentir que la sangre se agolpaba en mis venas, que mis pulmones se hinchaban como un sapo a punto de estallar, mi cuerpo se retorcía sin remedio, mi corazón saltaba golpeando mi caja toráxica enérgicamente, no me resignaba a mi inminente final. Era un cuadro realmente patético, ahí al borde de la paranoia, moribunda, víctima de un capricho de soberbia, cuando en un último haz de razón recuerdo que pronto será de día y que no deberían tardar en llegar Rosa y Vero. Ring, ring, riiing... era el teléfono, quería gritar pero no tenía fuerzas, y el cuerpo era como si no me perteneciera a mí, sino al maldito sarcófago de plata.

Aquello era de locos, no me podía estar pasando, mi respiración se hizo más pausada, aguantaba el aire en mis pulmones para así administrar mejor el poco oxígeno subsistente, me quedé inmóvil para no agotar mis energías. En algún momento perdí el conocimiento, cuando lo recobré, sufrí mi segunda gran impresión, ya no era yo, es decir, levitaba, una parte de mí oscilaba como libélula en el aire, mientras contemplaba mi cuerpo atrapado en el sarcófago de plata.



fin



Objetivos: El título original era Sarcófago de Plata. De haber sido escrito hoy sin lugar a dudas la prota hubiera recurrido a llamar por el móvil a sus amigas, se podría jugar con estar fuera de cobertura o sin batería, y definitivamente no saldría una carta de ajuste en la tele, saldría la teletienda. Creo que me ha pasado como con los pintores con sus cuadros, que siempre lo ven inacabado o incompleto, que cambiarían eso o aquello, el manuscrito ha quedado llenito de tachones, párrafo sí, párrafo no, casi que me dan ganas de guardarlo hasta San Juan y que las cenizas lo devuelvan a su orígen.
Tiempo robado si has leído hasta aquí: 3:59
Tiempo robado si te has leído las dos partes de golpe y porrazo: 7:04


Anonymous Anónimo confesó...

...Sin palabras... las mejores ya las has escrito tu.

un beso.  


Anonymous Anónimo confesó...

Decidido Wisheast, te voy a regalar unos pompones, para que sigas vitoreando efusivamente... jajjajajajajajajaja, domingo toca desayuno energético, eh?... ^_^  


Blogger DesiTur confesó...

juerrrrr....................

Cuando he visto el título he pensado "yastá, es una broma de las compañeras de piso; será posible...", y me he desinflado un poco; las comisuras de los labios han hecho curva descendente... ¡Pero no!

Magnífico otra vez.  


Anonymous Anónimo confesó...

Bueno Schere me alegro de que las comisuras de tus labios se hayan quedado si más no en un rictus, pero nunca descendente. Es que si llego a conservar el título original, era como aquello del caballo blanco de Santiago... jejeje.

(Hoy nos hemos intercambiado mientras tu me contestabas yo hacía lo propio en el tuyo... ª_ª)  


Blogger ka! confesó...

De acuerdo con Wishe...las mejores palabras las has dicho tú..

Sin embargo; si se me permite...quiero decir que las líneas dónde se siente la pertenencia de "la prota" (vaya ibérico apócope) al sarcófago..al sentirlo suyo...parte de sí..Klept...no tienes idea cómo me has envuelto!!

Volar sobre tu cuerpo..prometo escribirte pronto algo de ello..  


Anonymous Anónimo confesó...

Hey!, ya tengo ganas de leer lo que humildemente le haya podido inspirar, al rey de los apócopes, KA!. Jejeje.

En el relato mezclo varias cosas que siempre me han gustado, la sangre como simbolismo, el aparente vampirismo del sarcófago, las trampas sinuosas, etc. Lo dicho, estaremos esperando tus letras... Ö_Ö  


Publicar un comentario

© 2005-13