Relato 3.2
Continuación del relato 3.1, editado en el post anterior, el año pasado. Eso me recuerda, que el 2006 os sea propicio, si es que eso significa algo para vosotros.
TROZOS DE CRISTAL
Todo ruge en las entrañas del árbol barrigón, justo cuando Fabián está a punto de bajar los últimos peldaños de la escalera, éstos se transforman en una rampa, no quedándole más remedio que tirarse a modo de tobogán, para alcanzar la escotilla vegetal, por donde ha entrado, y que amenaza con cerrarse en breve. Si alquien lo hubiero visto al salir, hubiera podido jurar sin lugar a dudas, que el árbol parecía haber parido, quién sabe a lo mejor fuera cierto.
Fabián aterriza en una hojarasca que parece acunarlo hundiéndose bajo su peso, le lleva unos minutos incorporarse, comprobar que no se ha hecho daño alguno físicamente, y verificar que inexplicablemente, el huevo sigue en perfecto estado dentro de su atillo, se sacude las hojas, cuando se da cuenta que tiene una enganchada del puño, está a punto de darle un manotazo, cuando un polvillo ocre surge del batir de las hojas que resultan ser dos alas de mariposa camufladas, que sujetan a una ninfa de los bosques, de pelo blanco como la nieve y piel casi transparente, sus ojos rojizos se posan sobre él, y sin mover los labios, le habla, mientras revolotea a su alrededor, su voz le suena a agua de riachuelo.
- Sígueme, te acompañaré hasta las confines de las tierras de Guanámana, donde se alza el castillo de la princesa Zuleika, tras atravesar el patio de las garzas.
Todavía embobado con la belleza de la ninfa, pues nunca antes había visto una, se dispone a seguirla, abandonan juntos el sendero donde el sol y la luna se funden, fuera ya la mañana acaba de despuntar, tiene un poco de frío pero la emoción le embarga de saberse próximo a su meta. Se adentran en el bosque que rodea el castillo, Fabián se despista varias veces, los ruidos le aturden y los olores fuertes, de vida y de pudredumbre, le embriagan. Llegan hasta el estanque de los bufónidos, es época de ovulación, y grandes charcas llenas de huevos blanquinosos, de un olor peculiar rodean el mismo. La ninfa vuela sobre las aguas, como si patinara, volviendo sobre el hombro de Fabián, para susurrarle a la oreja y sin mover los labios.
- Camina sin titubeos.
Fabían no dá crédito a lo que está viendo, los bufónidos que son enormes de casi medio metro, se alinean formando un empedrado flotante, sin pensárselo dos veces salta sobre ellos, hasta llegar a la otra orilla, al darse la vuelta no hay ni rastro de ellos.
- Debemos llegar a los dominios de los araras parlantes.- Le dice como en una cantinela la ninfa.
Tras un par de horas de recorrido, donde ve insectos con formas de palo, arañas como máscaras venecianas, flores de cactus como sandías, Fabián se para en seco al oír una algarabía proveniente de la copa de los árboles, la ninfa se adelanta, y de repente se les planta delante el guacamayo azul más grande que hubiera visto jamás.
- Necesitamos vuestra ayuda, araras, para llegar al castillo de la princesa Zuleika. - Dice la ninfa.
- Sólo os ayudaremos si eso sirve para levantar la maldición. - Dice el guacamayo azul.
- ¿A qué maldición te refieres? - Le pregunta Fabián.
- Humano no te sorprendes de que pueda hablar contigo, pero a lo mejor lo harías si supieras que el entendimiento sólo me está permitido con los de otras especies que no sean la mía, por eso estamos condenados al eterno griterío.
- Me dirijo hacia el castillo con la intención de ser el portador del regalo más insólito y así convertirme en el esposo de la princesa Zuleika, y a su vez en el señor de las tierras de Guanámana. Creédme que si está en mi mano haré todo lo posible por eliminar vuestra maldición.
- ¿Y qué regalo insólito podeis llevar a quien lo tiene todo? - Pregunta perspicaz el guacamayo.
Fabián duda por un momento si enseñarle o no, el huevo de cristal, pero finalmente decide que si quiere llegar al castillo, esa será la mejor manera. Saca del atillo el huevo, que parece brillar con luz propia cegando a todos por igual.
- Realmente es insólito que seas poseedor del único huevo que pone en invierno, el cisne de cuello plateado. Si la leyenda es cierta con sólo un trozo del mismo, desterraríamos la maldición de los araras. - Dice el guacamayo sin quitar ojo del huevo.
En ese momento un guacamayo se lanza desde una rama, en picado sobre la mano de Fabián, arrebatándole el huevo, la ninfa rauda y veloz, revolotea alrededor del guacamayo para impedirle que avance, cuando de repente éste se para en su ascenso y suelta deliberadamente el huevo, que cae y se rompe en mil pedazos.
Fabián ve romperse su sueño junto con el huevo, se arrodilla frente a él, y los ojos se le llenan de lágrimas.
- No sufras, recuerda las palabras de la bruja.- Le susurra la ninfa.
Fabián cae en la cuenta, y piensa que la ninfa tiene razón, sólo quien le viera a través del huevo, sería siempre suya, no hacía falta que el huevo estuviera entero para ello, girándose hacia el guacamayo azul, le dice, - ¿nos llevarás ahora hasta el castillo, jefe de los araras?
- Bien, parece que hemos hecho un trato. Con un trozo sólo me bastará para llevaros hasta el castillo. - Dice el guacamayo azul, recogiendo con el pico un trozo.
Objetivo: Gracias por seguir acompañándome en la búsqueda de mis puntos sobre la i, por mis acentos ausentes haciendo que mis "si" sean condicionales en vez de afirmativos y viceversa, y que mis "como" sean comparativos en lugar de interrogativos y viceversa, y por mis "h" extras, y por un sin fin de matices más y viceversa.
Tiempo (compartido) si has leído hasta aquí: cinco meses.
ka! confesó...
Antes que nada..Klept..Dios te colme de bendiciones en este año que inicia..
Sabes? esta serie de relatos simplemente me fascinó..de inicio pq la literatura fantástica siempre me ha gustado y en Segunda pq tus letras siempre son bien recibidas por éste tu servidor..
Creo..que pasas por un genial periodo creativo..y sí me lo permites..estaré aquí para leerte..
Abrazos desde méxico..
confesó...
Gracias Glassy, por acostumbrarme a tu presencia por estos lares donde delinquir es a veces hasta normal, sin querer queriendo, yo también me extrañaba y os extrañaba... ^_^
Ka!, gracias por destinarme bendiciones y no mentadas de m..., jajajjajajaja, tu sabes que también eres bien recibido, este cuento se me ha hecho largo, pretendía ser una moraleja, y un poco más y hago fascículos. 0_o