<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d15196203\x26blogName\x3dklept%C3%98\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://klept0.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://klept0.blogspot.com/\x26vt\x3d70975121274733012', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>
kleptØ

Todo lo que no es nuestro, prometemos haberlo robado. 

martes, octubre 29, 2013

9:34 p. m. - Alas para volar.

Sucedió de repente, como todo en esta vida, un día me desperté y me sentí diferente. Un cosquilleo surgió desde lo más profundo hasta llegar a todas mis extremidades, recorrió mi cuerpo y se detuvo a media espalda, justo por encima de la curva que da paso a mis omóplatos. El cosquilleo se convirtió en punzadas que me obligaron a doblarme sobre mis rodillas, debí estar así tan sólo unos segundos. Enseguida sentí la necesidad de estirar al máximo mi espalda. Arqueándome en forma de C. Mis brazos se extendieron buscando el este y el oeste, abriéndose de par en par, mi cuello se inclinó hacia atrás... 

Esa fue la primera vez que lo escuché, un sonido parecido a cuando despliegas un paraguas. De mi espalda habían salido un par de alas en un tono fucsia vibrante.



Objetivos:  Los mejores regalos vienen así, de improviso. Una noche de enero en un Vips, puede ser premonitoria. Escoger entre un Popobe y unas alas ShWings, y no dudar. Pero no utilizarlas hasta meses después porque no has sabido desplegarlas. Y es que para empezar a volar, primero hay que agitarlas bien y desperezarlas. Con la misma gracia que lo hace el pato en el estanque.
Tiempo volando si has leído hasta aquí: Un poco más de tres semanas.


Publicar un comentario

© 2005-13