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kleptØ

Todo lo que no es nuestro, prometemos haberlo robado. 

martes, octubre 11, 2005

10:37 p. m. - A veces...


- No sé lo que me pasa, tengo taquicardias, me duele el pecho, estoy triste sin motivo aparente, me molesta el roce de la gente en el metro, en el autobus, en el tren; me molesta hacer colas, en el super, en correos, en la caixa, en el cine, en el restaurante; lloro a la mínima de cambio. Y los ruidos... nadie más aparentemente los oye, o si los escuchan no les molestan tanto como a mí, y es que no lo entiendo, no tengo por qué oír cómo riñen los vecinos, cómo juegan los imberbes de los niños, no?

- Y tu que crees, Natalia? Puede ser que los ruidos sean sólo la punta del iceberg. Me gustaría encontrar esa especie de interruptor que llevas dentro, donde los ruidos dejan de ser importantes, para dar paso a tu propio barullo, a tu voz interior.

- Ay ahora me pierdo... dejémoslo porque creo que no me estás entendiendo...

- Te entiendo y te escucho, y estoy esperando que grites y por fin te desahogues.

- Pero si no quiero gritar!

- Lo has intentado al menos últimamente?

- Cómo?

- Si es muy fácil, piensas en alguien que te haya agobiado, o en una situación desagradable , o mejor aún apúntalo en este trozo de papel, lo arrugas lo tiras por la ventana, no sin antes enviarle a paseo, con un buen espaviento por tu parte.

Natalia coge el papel, vacilante apunta algo, lo arruga y antes de tirarlo por la ventana, se detiene, le vienen las taquicardias y el sudor frío, - no puedo, ensuciaría la calle.- Dice casi en un susurro.

- Bueno hoy hemos adelantado bastante, nos vemos la próxima semana, tendrá que ser una hora antes, porque tengo un seminario luego, bueno Susana te confirmará la hora, cuando salgas, de acuerdo?

Natalia está a punto de cerrar la puerta tras ella, cuando le dice, - a veces, en sueños estoy en el borde de un acantilado, grito y sólo oigo el eco...


Objetivo: Hoy es más una dedicatoria que un objetivo, yo he tenido un eco precioso, a veces el viento susurra su nombre... glaaasssY.
Tiempo robado si has leído hasta aquí: 1:20


Anonymous Anónimo confesó...

Tirón de orejas a la psicóloga por confundir Natalia con Susana. Que eso le ha pasado hace nada a una familiar mía muy cercana y las consecuencias han sido devastadoras....

:) Gracias kleptO. Oiremos la voz interior y recuperaremos la confianza. Me hace falta gritar, sí. Y conseguir la certeza de que soy correspondida en el sentimiento más fuerte que tengo ahora mismo. Se me dan pruebas constantemente, ahora sólo falta que mi cerebro las procese y mi corazón las disfrute.

Un beso grande.  


Anonymous Anónimo confesó...

Esto... obvia el primer párrafo, que he vuelto a leerlo por segunda vez. ¡Lo que cambia confundir una a con una e!

Disculpa :)  


Anonymous Anónimo confesó...

Jajajajajajajja, oído cocina, me he quedado pensando que a lo mejor, no había quedado claro que son 3 personajes: la sicóloga, Natalia y la secretaria o enfermera de la 1ª, Susana. Como escribí al vuelo y sin repasar, pues eso, que a veces se puede pecar de no explicar lo que se visualiza.
Por otro lado, aún no quedando claro, sería un flipe que la sicóloga llamara Susana a Natalia, después de decirle que la está escuchando... haberlas haylas. 0_0

Tu conoces un familiar, y una de mis mejores amigas, también está en este trance, y no es fácil, escapar a este tipo de angustias. Pero como tu bien dices, una buena dosis de confianza y autoestima, son la pócima ideal. A por ellas y airea esos pulmones!.

Besos y eso, yo.  


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