En un alarde de falta de originalidad y de pereza absoluta, tengo que admitir que cuando me pidieron hace un año, un perfil para el personaje de la historia que yo misma había propuesto, a saber: empresario sube el sueldo de sus empleados en 200€ mensuales tras haber intentado vivir con su salario y llegar sólo al día 20; no se me ocurrió otra cosa que describir a quien en ese momento era mi jefe en la vida real, y así escribí en una libreta para no olvidar:
Si tuviera que describirlo físicamente en términos de actores conocidos, sería una mezcla entre: Michael Caine, Juan Echanove y James Caan.
Tomar los rasgos físicos más feos de cada uno: la frente de James, los ojos de Michael y la barbilla de Juan. El resultante según mis pobres conocimientos de Photo Impact, vendría a ser algo así, os presente a nuestro jefe empresario, llamémosle Santi.
Tono pálido de tez, bolsas bajo los ojos, con un ligero color amarillo alrededor de las pupilas, debido al exceso de comidas con alto contenido en sal. Su pelo otrora castaño claro, ahora es medio cano.
Sesenta años recién cumplidos, que celebré en compañía de una veintena de compañeros de trabajo, escogidos entre la sesentena que formaban en ese momento la plantilla, en una opípara comida de empresa un mediodía de verano del todo ineludible. Lo que si pude evitar fue participar en el regalo, faltaría más... encima de aporreada...
Divorciado desde hace quince años. Putero con preferencia por mujeres jóvenes de 25 a 30 años, ninguna relación seria desde su divorcio.
Dos hijos: un chico de 24 años que estudia Bellas Artes y una chica de 20 que estudia Biología Marina.
Le gusta comer bien, es su gran afición. Como hemos mencionado: comidas con exceso de sal, digestiones pesadas, alitosis. Pero no le gusta cocinar.
Viste de Furest y Corte Fiel, siempre en tonos conservadores del azul al camel, pasando por el gris marengo.
Aficionado al Barça y socio de su peña de toda la vida.
Los viajes de negocio los alarga aprovechando fines de semana, lo que suelen ser sus vacaciones.
Por la mañana desayuna en el bar de siempre: un bikini de sobrasada, una cerveza y un cortado.
Come cada mediodía en el mismo restaurante gallego donde aceptan los tickets restaurante de su empresa.
Al final del día cuando llega a casa, se encuentra en la nevera o bien un plato de verdura o de fruta, preparado por su asistenta, y en la puerta de su armario la camisa planchada para el día siguiente.
Es un negociador nato, incluso cuando contrata, jactándose de hacerlo siempre a la baja.
Dejó de leer todo lo que no sea económico o productivo.
Le encanta ir solo a los musicales, que le recuerdan las pelis de hollywood de cuando era niño. Como nunca supo bailar sin pisar, le maravilla ver el ritmo en los demás. Los sábados cuando su agenda se lo permite, va a un restaurante árabe, pide humus y con un poco de suerte, ese día han contratado a la bailarina de danza del vientre de turno.
Su padre les abandonó a él y a su madre cuando quebró la juguetería, su madre decidió montar entonces una panadería. Por eso no le gusta cocinar, se hizo hartones de amasar pan de pequeño.
Vota CIU y es conservador hasta la médula.
Vive solo en un apartamento cerca del mar y se levanta cada mañana a las 5:00 a.m. para poder coger el tren que le dejará a las 8:30 a.m. en la oficina, situada en el centro neurálgico de Barcelona.
Objetivos: Cualquier parecido con la realidad, es más que posible.
Tiempo robado si has leído hasta aquí: Jugando con Photo Impact, una hora más o menos. ¡Y lo bien que me lo he pasado!
miércoles, septiembre 09, 2009