Indemne... como no veo señales en cada cosa que me pasa, no pensé que fuera de ninguna manera premonitorio que mi sitio favorito para comer al mediodía, hoy estuviera a reventar, y me viera obligada a compartir mesa con extraña que se mostró incómoda y marchó a los pocos minutos. No.
Indemne... que ayer en la primera clase de italiano para principiantes, a falta de poder seguir de momento con "mein viel Fish Deutsch" por falta de convocatorias, no encontrara a mis recién estrenadas acompañantes de fin de semana de pacto, porque se han dado de baja sin comentármelo ni de manera verbal o escrita, cosa que no me extrañó lo más mínimo, sino que fue casi un alivio. No.
Indemne... que cuando ayer por la mañana me dijeron en reuníon plenaria que "nada cambiaba y que es más ampliaban mis funciones", no sospechara nada y encima no tuviera presente la ley de Murphy. No.
Indemne... aunque me hayan recortado las vistas que era de lo mejor que tenía (siempre lo dijimos), aunque mi ángulo de visión se haya visto restringido, a pesar de estar bajo otro timonel. Sí.
Indemne... es una manera de hablar, y que recomiendo fervorosamente, ya que una vez dicha y escrita, es una forma de aceptar los hechos, aunque por dentro se te retuerza el alma y te la empuje hasta la sien, achinando los ojos de rabia, sonrosando la nariz y los mofletes de la impotencia contenida. Indemne.
Objetivos: Obligada y actualizadísima segunda parte del blog anterior "La lista". Porque como me ha dicho el compañero más objetivo, "no sobreviven los más fuertes, sino los que se adaptan", y no menos importante, "no debes cerrar tú misma las alternativas". Y no me jodas, encima tengo que agradecer que estoy indemne, ¿hay algo más irónico que la vida misma?
Tiempo robado si has leído hasta aquí: Toda una noche durmiendo sin descansar, soñando sin recordar...
Mike confesó...
Por lo menos estas en una pieza... ¿No?
¿Pero a donde te habias metido?