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Todo lo que no es nuestro, prometemos haberlo robado. 

jueves, diciembre 25, 2008

11:45 a. m. - Pon una brocha marca Dexter, en tu vida...


Foto: De mi brocha favorita marca "DEXTER", manchada de un vibrante color turquesa, guantes a juego.


La jornada laboral ha transcurrido dentro de la normalidad que supone oír que se han acabado los vasos para la fuente de agua, obligando a peregrinar en ascensor hasta la séptima planta, con el sacrificio que supone secuestrarlos de uno en uno... mis investigaciones se han visto mermadas para poder dilucidar quién se dedica a colocar el papel higiénico del revés, es decir, que el papel salga por la parte posterior del rollo y no por delante, ¡es que no saben que de esta manera se rompe enseguida!

En fin, un día duro donde los haya, donde el aburrimiento pareció dominarlo todo hasta que ella vino a mi encuentro y me relató, lo que ahora plasmo, perdonad si omito algún detalle, pero no sé de cuánto tiempo más dispongo hasta que ella vuelva. Silencio, creo que oigo algo... falsa alarma, prosigamos entonces,

Empezaremos hablando de él:

Se ha despertado sudando, pero no es por el edredón que le cubre, conoce los síntomas, mira el reloj del móvil que tiene sobre la mesita, apenas han pasado dos horas, se reclina mirando el techo, sabe que no puede dormir, intenta relajarse. Se levanta, pone música, se ducha mientras repasa mentalmente todos los detalles, lo que necesitará, no puede evitar recordar al primero, del resto apenas recuerda detalles, pero del primero no puede olvidar su expresión, de hecho esa es la razón por la que le sube la adrenalina cada vez que se dispone a coleccionar un alma más. Se viste immaculadamente de negro, es un clásico pero oportunamente ayuda a ser casi invisible. Revisa que los guantes no tengan fisura alguna, los zapatos son nuevos. Vuelve a mirar el reloj, si el objetivo seguía con su rutina diaria, ahora estaría en el lavabo, y dentro de 20 minutos en la cama, tal y como hizo durante 12 días de los 14 que estuvo observándola, fue así como supo que era mejor ir un miércoles que ningún otro día de la semana, ya que por regla general estaba más cansada y acostumbraba a irse antes a la cama.

A 30 minutos en coche de ahí.

Ella se prepara un cóctel de pastillas que ha leído en algún sitio fidedigno, que probó aquel actor que tanto le gustaba, si a él le funcionó, no podía fallarle a ella. Se mira el vaso, se apoya en el lavamanos, y en cuestión de segundos estrella furiosa el vaso contra el suelo, que se hace añicos sólo tocarlo, se desploma sollozando de rabia por no poder consumarlo nunca, recoge un trozo de cristal y sólo consigue hacerse un arañazo del cual brota una tímida gota de sangre, coagulando acto seguido. Se abraza a la taza del water, y apoyando la cabeza sobre la tapa bajada, acaba durmiéndose sobre los cristales rotos y el brebaje de pastillas.

Una hora mas tarde.

Reina la penumbra en el pasillo, sus ojos acostumbrados a la oscuridad dibujan los contornos de la mesita del recibidor y del espejo que hay justo encima. Ha sido facil entrar tal y como habia imaginado, sin dobles cerraduras ni pestillos. Se detiene un momento, sus oidos casi tan sensibles como sus ojos, no dejan escapar ni un murmullo, sigue avanzando y ve la luz que se cuela tras la puerta del lavabo. Se acerca hasta ella, mete la mano en el bolsillo del que saca un trozo de cable, puede ver parte del reflejo que proyecta el espejo, no la ve, pero puede oir su respiracion pausada, sin duda duerme, empuja la puerta y la ve, es una imagen preciosa, o al menos a el se lo parece. Se encuentra apoyada sobre la tapa, sus cabellos sueltos le tapan media cara, y caen sobre sus hombros desnudos, sus labios tienen un tono encarnado muy natural, y sus piernas parecen querer abrazarle. Se excita solo de pensar, la cara que pondra al despertar y notar el cable estrangulando su cuello.

La revelacion.

Se agacha justo frente a ella, le coloca el cable rodeando sus cabellos, da una vuelta sin tensar, y se queda asi frente a ella, no quiere perder detalle del momento en que su vida dependa de el, sus dedos empiezan a tensar poco a poco, la adrenalina hace el resto, y en el momento de excitacion maxima, ella se despierta, sus ojos se encuentran, es perfectamente consciente de la presion que ejerce el cable en su cuello, y lejos de intentar detenerle, le sonrie dulcemente, su mano se ha alzado pero en lugar de impedirle que siga tensando el cable, le esta prodigando una caricia en la mejilla. Eso es mas de lo que puede soportar, suelta el cable, apartandose de ella. Ella le mira decepcionada, y le suplica que siga. Que lleva varios intentos de suicidio fallidos, y que el es el mejor regalo de Navidad que podia haber tenido.

El ha perdido el control, se alimenta del miedo que experimentan sus victimas. Simplemente no puede hacerlo, ella se da cuenta de que puede perder otra oportunidad, se levanta sin ser consciente de que el camison que viste le marca todas sus curvas y relieves, con una naturalidad que a el le desmonta, mientras le susurra que siga, que no se detenga, ella se ha colocado el cable, lo ha tensado, y le ofrece los extremos, acercando su boca a su oreja, para repetirle que no se detenga, por lo que mas quiera. El quiere salir de ahi, pero no se mueve, por primera vez siente que esta viendo a la muerte directamente a los ojos, ella sigue suplicando que continue. Pero el apenas tensa el cable, ella se desespera, y le increpa si eso es lo mejor que puede hacer. Antes de darse cuenta es el quien tiene el cable rodeando su cuello, ella esta tensandolo con rabia incontenida de saber que ha vuelto a fallar en sus deseos por abandonar esta vida de mierda, a la vez que le grita, ves tan dificil era apretar un poquito, solo un poquito. El no se resiste se sabe merecedor de un final asi. Su cuerpo cae lentamente apoyandose sobre la pared, y puede ver como ella cae sobre el con todo el peso de su fragil cuerpo, nota como sus senos bajo el camison se apoyan sobre su pecho, y lo ultimo que ve es una sonrisa de triunfo dibujada en sus labios encarnados.

Pero cuidado... creo que ahora si que vuelve, me ha dicho que solo necesita que le ayude a pintar la pared de obra nueva que tiene en el vestidor, que ella misma ha montado y que le ha costado mucho encontrar el color azul turquesa de la pared. Que para estas cosas de bricolaje, es mejor hacerlas uno mismo, que ya no te puedes fiar de la gente. Yo no me he negado, incluso me ha parecido gracioso que la marca de la brocha sea "DEXTER", hemos bromeado sobre los puntos debiles de la serie, yo incluso le he dicho que no me gusto para nada que la segunda temporada empezara mostrandose debil sin ser capaz de rematar a sus victimas. Un raro fulgor ha cruzado sus ojos. Me recuerda, que si estoy ahi es para ayudarla y que si ha compartido conmigo su historia es porque me cree capaz de llegar hasta el final.
Realmente espero poder hacerlo... pero, y solo por si acaso no pudiera igual que le paso a el, o como le paso a Dex, quiero que sepais que he disfrutado cada momento.


Obejtivos:
Hay que ver cómo me pongo cuando me sale la vena romántica. Bon Nadal!
P.D.: Perdonad la falta de acentos y la ausencia de enyes, en la mitad del texto, pero esto ha sido parcialmente escrito desde un teclado anglosajon.

Tiempo robado si has leído hasta aquí:
Lo que dura un villancico.


Blogger Remo confesó...

Vaya con el ángel de la muerte...

¡Qué cosa!, me he emocionado por descubrir quien era el maestro y quien el aprendiz, quien la víctima y quien el verdugo...

Saludos emocionados.

El Zórpilo.  


Anonymous Anónimo confesó...

Haberle arrancado una emocion al mas Zorpilo, es todo un halago... gracias Rene. n_n

(Sigo sin acentos y sin enyes)  


Blogger Mike confesó...

alt + 164 = ñ

Saludos seriales.  


Anonymous Anónimo confesó...

Jajajaja, Mike... anotado para la próxima.

Gracias... Ö_Ö  


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