Foto: Realizada por servidora, muy cerca de donde tuvo lugar el encuentro.
Le prometí que lo haría, y desde el primer momento supe que le estaba mintiendo, que mis labios formaban una falsa sonrisa que pretendían transmitir confianza, pero me alegró enormemente ver que ella se relajaba y que me devolvía la sonrisa, tal vez yo también necesitaba una mentira.
¿Cuántas veces lo debo haber pensado?, no sé pero es recurrente cuando vas en el metro, por la calle con prisas absorto en la rutina del día a día y entonces en lo que dura una mirada furtiva a tu alrededor te parece reconocer a una persona que compartió tu pasado laboral, emocional, da igual, en ese momento apartas la mirada y piensas si no me dice algo primero, yo paso. Y así, tranquilamente pasas de ese reencuentro, que en el 99% de las veces queda en sólo eso, una mirada furtiva al pasado. Debo admitir, que lo que me tortura en días de autoestima baja es pensar en justo lo contrario, cuántas veces me habrán reconocido sin que me haya percatado de ello y han pasado de mí, si no daba yo el primer paso en reconocer a la persona en cuestión, y es que pensar que no sería suficientemente importante como para que esa persona me saludara, y se detuviera un instante y deducir que simplemente soy “alguien más” en la vida del resto de los mortales, es casi inmediato. Y si encima acabo pensando que en realidad es porque le caía mal, ya hago un completo en hundirme en la miseria, sin ni siquiera tener la certeza de que haya ocurrido, más allá de mi propia y mezquina experiencia obviando a la gente.
Aquella tarde iba con el tiempo justo para llegar a ese cursillo complementario al que asisto al salir del trabajo y que dura escasamente unos cuatro meses, fue al acabar de subir los peldaños de la escalera que comunican la boca de metro con la calle, cuando la oí llamarme por mi nombre, corrijo, por mi diminutivo, lo que como saben los que me conocen, denota que pertenecen o pertenecieron a mi círculo de amigos. Me detuve en seco y me giré hacia ella, quien venía en sentido contrario y se disponía a bajar las escaleras, debió notar decepcionada que no la reconocía, me preguntó si no la recordaba hasta en dos ocasiones y dos veces le contesté negativamente, no sólo para su pesar, sino para mi desconcierto, me precio de tener buena memoria, sobretodo visual, y simplemente no la ubicaba en ninguna etapa de mi vida hasta que me preguntó por él, quise darle una excusa y salir pitando, pero algo en su mirada me retuvo, un halo de ansiedad contenida, intenté lo que cualquier otra persona en mi situación haría, denigrar la memoria y el presente de él restándole importancia, pero ella lo disculpó, incluso justificó su pasado y presente, de una manera de la que yo seré incapaz de hacer en la vida, y eso me conmovió, me hizo participe de sus recuerdos y esperanzas frutos del primer amor, de su vida laboral y familiar presente como madre de dos niños pequeños y esposa, y cuando me la imaginaba con biberones en una mano y sirviendo la cena a su marido con la otra, me suelta, “tus labios son iguales que los suyos”, en ese momento tuve una revelación no me estaba viendo a mí sino a él, quise despedirme casi inmediatamente diciendo que mi relación con él era muy dilatada, por no decir inexistente y que no le prometía nada. Entonces su mirada volvió a cautivarme con un fulgor especial, ese que nace de la pasión dormida, apeló a las primeras veces que todos atesoramos dentro y me pidió, que le hiciera llegar un beso.
Le prometí que lo haría, y desde el primer momento supe que le estaba mintiendo.
Objetivos: Es curioso como por una vez que se detienen a saludarme porque me han reconocido, en realidad tampoco me recordaban a mí… prueba la experiencia entonces que, ¿sólo nos detendríamos al reconocer un nexo perdido de nuestro pasado?... Esto no lo publiqué el día que demuestra que este año es bisiesto, pero es interesante utilizar este día en el calendario, porque anula cualquier efeméride futura que me obligue a cumplir una falsa promesa.
Tiempo (y besos) robados si has leído hasta aquí: Tal vez este no sea el sitio más apropiado para hablar de ello…
Mike confesó...
upss... hacerle llegar un besoi a quien la persona encontrada besaba y ahora besa la primera persona y ser uno mismo recuerdo de quien puede o no estar al lado... vamp sista... q te puedo decir... solo que te envio un abrazo sin mentiras.
confesó...
Algo así, Mike... abrazo recibido y enviado de vuelta. ñ_ñ