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kleptØ

Todo lo que no es nuestro, prometemos haberlo robado. 

miércoles, mayo 16, 2007

11:55 p. m. - Síndrome del Gusano


Foto por Borghal y su vida en miniatura, clicka en ella para ir a su fotoblog.


En el primer vagón, en la cabina de control, ella se enfrenta a la versatilidad de la palanca hacia delante, un único sentido, puesta en marcha y freno.

En el vagón del medio una madre le canta a su hija bien sujeta a un carrito de bebé que atraviesa todo el espacio, de no más de un año y que no para de mover las manos como si fueran veletas independientes siguiendo de manera arbitraria el ritmo de la música que sale de boca de su madre, planteando seriamente a los que bajan en la siguiente parada un obstáculo a saltar.

En el pasillo que conduce al andén un chico joven toca a ritmo de saxofón sin mucho éxito limosnero la banda sonora de la Pantera Rosa, y los transeúntes sin apenas ser conscientes de ello aminoran su marcha justo al pasar a su lado, ocasionando un ligero vaivén de caderas que balancea sus colas invisibles, arrastrando sus pies al son, turuntuntun, tuntún, tun, tun, tun, tuuuun, tururun, rurun.

En el tercer vagón, ella le dice que se levanta muy temprano y que está cansada, su voz se vuelve perezosa y quejica, sería fácil pensar que se trata de una niña de no ser porque su voz denota que pasa de los cuarenta, su apariencia confirma algún retardo, él la mira con dulzura es mucho más joven y le dice que él también lo está, ella le pregunta si ha comido en el parque y él le responde que sí, y le susurra algo al oído que provoca en ella un estallido espontáneo de risa que le durará hasta la siguiente estación.

En el mismo vagón, dos puertas a la derecha, un hombre va pegado a la puerta y se tambalea, su aliento a alcohol se puede oler como si se tratase de su eau de toilette, sus mofletes rojos hacen juego con la mirada vacía, su estabilidad peligra a la que vuelvan a abrirse las puertas, y todos alrededor aunque no lo digan, no piensan perder detalle. Las puertas finalmente se abren y para decepción de los que disimulan seguir leyendo el periódico de distribución gratuita, o escuchar sus respectivos emepetreces, el hombre se mantiene en peligroso equilibrio sin caerse mientras se agarra al marco de la puerta.

Pero volvamos al primer vagón, a la cabina de control donde reina la palanca y donde ella los conduce a todos, y hágase la salvedad sin tener carnet de conducir en el mundo de arriba, por el reino de los túneles subterráneos que atraviesan la urbe, túneles y más túneles y donde no puede borrar de su mente la palabra gusano, el Síndrome del Gusano, ese que le han advertido que puede desarrollar y que consiste en sufrir depresión por la falta de luz natural, a los espacios cerrados y oscuros, ya le aseguraron en el período de formación que eso no era nada en comparación a que se te estampe una persona en el “parabrisas”, (ya saben: “... por causas ajenas a nuestra voluntad, el servicio en la línea queda interrumpido...”), pero que eso no debía preocuparla, cuatro días de fiesta y, ¡hala, solucionado! Pero... y si el síndrome se apoderaba de ella hasta el punto, que lo que le molestase a partir de ahora sea la luz...




Objetivos: Y es que los gusanos también pueden ser agorafóbicos...
Tiempo robado si has (viajado) hasta aquí: 2:45


Blogger Redmond Barry confesó...

Me parece que escribes delicioso (si, ya sé no es la expresión correcta), lo sé porque uso el ferrocarril (joder cómo me gusta esa palabra, tren no) y has descrito muy bien lo que sentimos y somos algunos de los del gusano (aunque no sea suburbano), pero sobre todo, me gusta y no sabría explicar la razón y por eso celebro tu post. Podrías haber escrito sobre la guerra del Peloponeso y seguiría gustándome.

Él se crea su mundo y se lo cierra:
(¡Sueña en romperlo pronto con dos alas!)
Mas, luego viene el hombre y de aquel hilo
-mínimo mundo, vuelo en la promesa-
hace un vestido para su mujer.

Dulce María Loynaz (Bombix mori, Gusano de seda)  


Blogger Mike confesó...

Klept0:
Concuerdo en todo con Redmond... Realmente uno se pirde entre los vagones y los personajes... Me encanta tu narrativa... (Y quienes nos deprimimos un día soleado, los que amamos el cielo gris y la noche oscura.. que padecemos?)  


Anonymous Anónimo confesó...

Ahora sí que puedo decir abiertamente que estoy hinchada como un globo y no, no estoy en esos días... Gracias Redmond ó_ò, ahora que para delicioso el párrafo que nos has copiado del Gusano de Seda. ^_´

No hay nada de malo en ser aterciopeladamente gris y oscuro, eso no es padecer, sino más bien disfrutar y eres libre para escoger los elementos que llenen y coloreen tu espacio, Mike... ¡LIBRE!, "¬"... ª_ª  


Blogger wisheast confesó...

Hay gusanos que se transforman en mariposas. Y.... ¿A que mariposa le gusta estar encerrada?  


Blogger ka! confesó...

...me encantó el paseo entre personajes y sensaciones...y me gustaría saber qué pensabas mientras te inspiraste para esto...alguna línea interminable o realmente el metro de barcelona (como todos los metros) es así de florido.

...hay algo en los comments de mi último post que me gustaría que Tú y René leyeran ...saludos y behco!  


Blogger Remo confesó...

¿Y qué es un tren, si no una oruga mecánica?

Pero recordemos que el mezcal de Oaxaca no es mezcal si en la botella no se encuentra el gusanito del maguey.

Saludos sin fotofobia.

El Zórpilo.  


Anonymous Anónimo confesó...

Un ciclo hermoso el de la mariposa, Wish... ^_´

Ka!, tu siempre leyendo más allá... jejeje, es así de florido y ya he hecho los deberes en tus comments, eso también está florido... bechos, ^.^

Tengo que probar un día ese gusanito de Maguey!!!, ese Zórpilo, despertando mi apetito... ^_´  


Anonymous Anónimo confesó...

Yo lo siento eh? Pero es que cada vez que entro aquí con la intención de comentar, veo la foto del gusanito, me entra repelús y me voy! Qué malas son las fobias, por favor!

En cuanto a los conductores de metros, no acaban con cierto grado de autismo con tanta soledad y oscuridad?

Bechos!  


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