Hubo un tiempo en el que hubiera dado toda mi colección de lápices de colores, incluyendo el gris plateado y el ocre dorado, por llamarme “María de...”, los nombres poseen ese algo intangible más allá de la etiqueta, sabido y acreditado por diferentes psicólogos y sociólogos, sus diversas influencias en el desarrollo de la persona y su entorno han sido arduamente estudiados.
Pero hoy no voy a hablar de mi infantil decepción por no ser una “María de” más como preludio de algo sonoro, perteneciente a clan o algo más místico, sino más bien de esa época en la que por una extraña razón de todas las personas que podía conocer y por ende entablar alguna relación de afinidad, todas se llamaban Cristinas, de hecho María Cristinas, un sociólogo diría que por nuestra edad y por el país de tendencias monárquicas en el que vivimos es más que lógico que hubiera una generación de niñas con el nombre de la entonces infanta menor de los Reyes de España. Recuerdo que todas y cada una de ellas encontraban su nombre vulgar e insulso, encontrando el mío original y bonito, y a mí me pasaba tres cuartos de lo mismo al revés.
En esa época llegué a tener colapsada la letra C de esas jurásicas agendas telefónicas, y entonces recurres a los adjetivos de ubicuidad (trabajo, universidad, etc.), la cuestión es que la vida luego me separó de ellas, pero todas ellas (tres en realidad, de cuatro) siguen en contacto latente conmigo, y curiosamente la primera felicitación de e-mail que recibí de Navidad, fue de la thailandesa, la última llamada que recibí el año pasado fue de la francesa, y el primer e-mail de Reyes fue de la artista, es ésta última la causante de esta nostalgia cristinera.
Y qué queréis que os diga, me siento súper orgullosa de haber compartido con la artista, noches inconfesables a nietos por venir, confesiones a las tantas de la madrugada sobre tejas que no eran verdes rollo tampax, pero sobretodo de haber descubierto lo bueno que puede estar un bocadillo de berberechos con cebollita picada, lechuga juliana, pepinillos en rodajas y pan con tomate (a la catalana). La conocí un invierno allá por el ’89, corrían malos tiempos para la lírica y peores de dinero, tal vez por eso la afinidad fue espontánea. Hoy quiero presentaros a Mayacoa.
Objetivos: ¡Un año de éstos nos veremos y será como si nunca nos hubiéramos ido!
Tiempo robado (since 1989) si has leído hasta aquí: Dieciocho años, se dice rápido...
Clementine confesó...
18 años... siéntete muy muy afortunada! A veces esas amistades que van y vienen son las que te aportan más estabilidad, a las que tienes que dar menos explicaciones, con las que tienes más cosas compartidas. Qué envidia me das! ;)
PD: No he podido ver la galería de Mayacoa :S Espero que no sea por la incompatibilidad de siempre (uso linux)!
wisheast confesó...
Ese tipo de amistades que el tiempo no altera son las mejores pues si son capaces de penetrar en el silencio del calendario dia si y dia tambien es que la conexion no se basa en algo banal sino en mucho mas que vale la pena.
un beso
Redmond Barry confesó...
Muy bonita la web de tu amiga y sus pinturas y muy guapa tu amiga, ciertamente.
Yo conocí a un tipo en La Habana que se llamaba Usnavi, porque su madre que trabajaba cerca de Guantánamo veía con frecuencia aviones USA con un letrero que decía US NAVY (es real, lo juro) Tener Cristinas que te recuerden siempre es agradable y tener la agenda llena de nombres iguales es inquietante, sobre todo, si no has tenido la idea de poner algo que las identifique, como tú, certifico que me pasa con algunas Amparos, Empars y Vicents y Vicentes.
Tomo nota del bocata etapa paupérrima, tiene buena pinta.
Un beso
confesó...
Clemen, ahí le has dado, precisamente por las circunstancias se aprovecha al máximo el momento, y las sensaciones son más intensas. He probado cargar las diferentes galerías y tarda un poco, pero enseguida se pueden ver incluso como slideshow. ^_´
Wish cuánta razón tienes, a mi me dan la sensación de ser "flor de cactús", que con muy poca agua de repente un día florecen... Ö_Ö
Redmond lo del tipo de la Habana es tronchante, vamos. ^.^
Remo confesó...
Hay amistades longevas que como el vino añejo, con el tiempo se ponen mejor.
Saludos amistosos.
El Zórpilo.
ka! confesó...
Cosas curiosas con los nombres amiga mía..
Se y sabes bien que te entiendo...de niño siempre quise llamarme Pedro, en vez de pasar por la crueldad infantil que mi nombre desata aquí en tierras mexicanas..por otro lado...hay nombres incidentes..Mónica y Berenice me han acompañado en varias etapas de mi vida con diferentes rostros..y Cristinas..ammm..me han sonado varias...pero sólo me importa una, la eterea..mi vieja: La mar..
bechos!!!
confesó...
Eso parece Zórpilo... ^_´
Sí que es curioso lo de los nombres, Ka!. Como unos se repiten en diferentes contextos y otros actúan como sinónimos de diferentes personas.
Pero como "la mar" como te gusta llamarle, como esa no hay ninguna. Bechos para tí también. Ö_Ö
confesó...
Hola Cariño...como me ha emocionado leer tu blog..buahh!!!!!!
Me ha llevado nostalgicamente (de la buena) a mis recuerdos del 89...jo!!, que lejos ya queda pero que cerca los sentiminetos estan.
Una vez mas gracias por el articulo en tu blog, vieja amiga... y pronto nos veremos, abrazaremos y pasaremos una larga tarde charlando.
Un besote..mu gordo
Cristina
Mike confesó...
Der ser honesto dire que el asunto de los nombres me es indiferente (Solo espero que nadie se entere nunca de mi segundo nombre porque realmente lo odio.. jejeje)
Es curioso... los reencuentros, el seguir en contacto. Ayer me paso algo curioso, y me alegro el día... caminando por las calles de esta puta ciudad - Frase tomada de una cancion de Nacha Guevara- me tope con un conocido quien venia con una tercera persona... nos detuvimos y conversamos... el acompañante de mi amigo me vei insistente y yo me comence a sentir irritado... de sopeton me dice:
- ¿Te acuerdas de mi?
- Tu cara se me hace familiar ¿De donde eres?
- de Fortin...
- Yo estudie la primaria en Fortin... Fulano?
- Miguel?
Abrazos, intercambios de novedades, nostalgia del pasado, un momento agradable con alguien que deje de ver, y de tener contacto en 1992
confesó...
Si que es curioso lo que comentas Mike, es cuando te das cuenta que el mundo es un pañuelo realmente.
Lo curioso de mi relación latente con ésta Cristina en concreto es que hemos mantenido el contacto, a pesar de habernos mudado incluso de país, hemos pasado de las tarjetas postales y fotos de papel, a los e-mail trimestrales, luego anuales poniéndonos al día de nuestras vidas, y eso lo resiste poca gente.
Un abrazo, vamp bro' y buen fin de semana... ¨¬¨
silencio confesó...
Saludos desde la Isla, buen año también para ti.