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Todo lo que no es nuestro, prometemos haberlo robado. 

miércoles, agosto 31, 2011

1:46 p. m. - ¿Agosto? Oliendo a muerto, gracias.

Foto: Mi patio de luces, por servidora.

Defraudada, decepcionada de mi mismamente... sí. Toda la vida disfrutando de la sangre falsa en las películas de terror buenas, de serie B, de serie Z. Daba igual si era ketchup del malo, ese que sabe más a azúcar que a tomate y menos a ketchup, mermelada de fresa sin coagular o zumo de arándanos ideal para resbaladizos colmillos, daba igual. Si alguien decía en la película en cuestión:

"Aquí huele a muerto."


Yo asentía vívidamente, y me complacía pensando, "¡claro que huele!, ¿cómo puedes no darte cuenta?"

Pues no, estaba errada completamente y permítanme que siga con el sufijo "mente" de mis pobres adverbios, para asegurar
totalmente que no sólo no identifiqué el olor como tal, sino que aseguré como si me hubiera pasado a mí... que el olor en cuestión proveniente del patio de vecinos de la finca colindante, seguramente era producto de la descomposición de algún alimento abandonado a su suerte en la nevera que se estaría descongelando... seguramente.

Es lo que tienen las vacaciones, no sólo se abandonan a las queridas mascotas, y a los blogs a mejor suerte, pregúntenle ustedes a cualquier nevera o frigorífico que tengan a mano, seguro os explicará mil y un abandonos entre goteo y goteo, y tintineo de bombilla.

Así pasó el mes de agosto, como vecina civilazada que me precio de ser, no me meto en los asuntos de los demás y no quiero que se metan en los míos, cerré todas las ventanas de mi piso que daban a dicho patio, tres de seis para ser exactos. El hecho de que hemos tenido un agosto atípico, no excesivamente caluroso, me ha facilitado enormemente el vivir con el cincuenta por ciento de mis ventanas cerradas.

A finales de mes el señor Morcillo, mi vecino del entresuelo, volvió de vacaciones y tras acorralarme en la escalera como suele hacer siempre que quiere comentar algo, me soltó tras criticar a la señora de la limpieza, el olor tan feo que se había encontrado en su piso al volver: "¡Qué olor nena!, porque se conoce que el tipejo ese que alimentaba a los palomos se había muerto y como vivía solo, ahí se quedó echando pestes el hombre."




Objetivos: Se conoce que no sirvo ni para identificar olfativamente a un muerto. O tal vez sea, la negación de lo evidente, tan en auge. No, no puede ser...
Tiempo robado si has leído hasta aquí:
Un mes de agosto oliendo a nevera descongelando, según yo.

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